Un feriante se pone en huelga de hambre contra la alcaldesa de Mogán, que no lo deja montar en Carnaval

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

El feriante Cristóbal Cabrera comenzó este martes una huelga de hambre (solo ingiere agua con azúcar) junto a la zona recreativa de los Carnavales de Arguineguín, situada en la plaza Negra del pueblo. El motivo: el Ayuntamiento de Mogán no le ha permitido  montar este año sus dos castillos hinchables, unas camas elásticas y una hamburguesería que instala desde 2002 en estas fiestas.

El origen -según sostiene- está en una amenaza de la alcaldesa, Onalia Bueno, quien en verano le espetó “mientras yo pueda, mientras esté gobernando, usted no va a montar más en el municipio de Mogán.”

Como cuenta Cristóbal, las rencillas surgieron en el verano, tras las fiestas de la Virgen de Fátima en Veneguera. Cada año, tras su conclusión, deja el remolque y el camión aparcado en la localidad hasta que llegan las fiestas de La Aldea, unas dos semanas después. El pasado 2017 hizo lo mismo, dejó, siempre según su versión, bien aparcados los dos vehículos y se fue a las fiestas de Arinaga, donde también siempre monta otras atracciones.

“Me llamaron de la oficina del Ayuntamiento pidiendo que retirara el camión y les dije que siempre se queda bien aparcado en el mismo sitio, pero me dijeron que tenía que quitarlo”. Sin embargo, Cristóbal señala que no lo hizo porque no tenía el permiso de circulación para conducir con ese tipo de remolque y porque no le daba tiempo ya que por las tardes y las noches estaba trabajando en Arinaga y por las mañanas tenía que hacer las compras para llenar de víveres su puesto de hamburguesas. 

Tras dos avisos del Consistorio, llegó la llamada de la alcaldesa. “Yo soy la alcaldesa de Mogán, sepa usted que se está riendo de nosotros por no quitar eso de ahí y que tiene el vehículo multado y mientras yo pueda, mientras esté gobernando, usted no va a montar más en el municipio de Mogán”, son las palabras que, según el feriante, le dijo la política de Ciuca. Cristóbal monta hasta seis atracciones en este término municipal, aparte de los Carnavales de Arguineguín y las fiestas de Veneguera, también está presente en las Fiestas del Carmen de Arguineguín y de Puerto de Mogán, las de Motor Grande y las de San Antonio en el casco de Mogán. 

La respuesta de Cristóbal fue que procedieran a llevarse el camión y el remolque al potrero y que ya los sacaría tras pagar la multa, pero que “en ningún momento me estaba riendo de ellos”. Según narra, los siguientes meses no hubo novedades y el pasado 8 de enero presentó toda la documentación para optar a su puesto en Arguineguín. “El viernes pasado por la tarde, en el reparto, me deniegan mi puesto, según el concejal Juan Carlos (por Juan Carlos Ortega, el encargado de Transporte, Tráfico, Mercadillos, Dominio Público y Servicios Públicos), por lo de Veneguera. ¿Lo de Veneguera qué es?, le pregunté, y me dijo que tú lo sabes, lo de las multas, pero le respondí que eran unas sanciones administrativas y que lo que tenían que haber hecho era coger los cacharros y llevarlos al potrero si estaban mal aparcados e interrumpían el tráfico, cosa que no era porque es el sitio donde todos los años lo aparco”, resume.

En total calcula que no poder montar su puesto en Arguineguín le hará perder entre 5.500 y 6.000 euros, dinero que estimaba facturar. “No me están dañando a mí, también a las dos familias de los dos empleados que tengo contratados”, recalca. 

Cuestionado por este tema, el concejal de Urbanismo y Seguridad del Ayuntamiento, Mencey Navarro, reconoce que el vehículo fue sancionado porque se había excedido del límite de días de estacionamiento, pero se apura a desmentir que “una cosa tenga que ver con la otra, está intentando vincular los dos hechos”, además de negar las amenazas de su compañera de partido.

Así, la versión del Consistorio es que “tradicionalmente se ponía la plaza Negra a disposición de los feriantes y ellos se repartían el espacio. Quien llevaba la voz cantante era este señor por llevar más tiempo, por lo que era el encargado de distribuir los espacios. El Ayuntamiento estaba a remolque de lo que decidían y siempre teníamos problemas en este sentido”. Ante esto, la administración optó este año por ser los organizadores del espacio “quitándole la potestad a él y siendo el Consistorio quien asume los espacios, diciéndole a cada feriante el lugar donde instalarse. Este año el número de solicitudes es mayor al espacio y hay feriantes que se han quedado fuera, entre ellos este señor”, explica. Tal como ha podido comprobar este periódico, este año hay menos puestos instalados que el año anterior ya que la plaza está media vacía. 

Navarro agrega que Cristóbal solicitó al resto de feriantes firmas tras comprobar que se ha quedado fuera, pero “en un folio en blanco en el que pretendía presentar un escrito en el Ayuntamiento en el que solicitaba su inclusión y que contaba con el apoyo del resto de compañeros”. Pero, según el concejal, lo que ha hecho con estas hojas firmadas fue “otros fines distintos”. Así, apunta que en el Consistorio se ha dado entrada a un documento de otros feriantes en el que se indica que se da “constancia de una denuncia en los juzgados contra Cristóbal porque con esta hoja está coaccionando y presionando a sus compañeros para que no monten los puestos”. Navarro no ha querido mostrar a requerimiento de este periódico el citado texto “porque le han pedido mantener el anonimato hasta que el juzgado comience las actuaciones, pues para entonces habrán pasado las fiestas y se garantizan ellos la tranquilidad”. 

Cristóbal lo desmiente y aclara que “no ha coaccionado a nadie”. De hecho, recuerda que existió un acuerdo al que se unieron todos los feriantes de no montar ninguno los puestos, pero como algunos el martes optaron por hacerlo, les ha dicho al resto de compañeros que lo hagan. “El viernes no se iba a montar ninguno, pero ahora hay la mitad montados que en otros años”.