La Guardia Civil ha dado por finalizada la búsqueda de Bosco José Fernández Tapias, desaparecido desde el pasado 28 de septiembre en la isla de Lanzarote, una vez confirmado que se tiró al agua en la zona de Playa Chica (Tías) con el fin de realizar una inmersión . El cuerpo armado ha concluido que durante la sesión de buceo pudo sufrir un percance que le impidió salir del agua con vida.
Según fuentes del cuerpo armado, todos los datos recabados apuntan a que el cuerpo está en una sima situada a entre doscientos y trescientos metros de profundidad, por lo que su localización es “imposible”. Al menos dos buceadores más han fallecido en la zona en similares circunstancias, han apuntado.
En estos momentos la Policía Judicial y la unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil permanecen en el lugar recabando más datos, después de que el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) haya terminado el rastreo del área donde podría encontrarse el cuerpo del hijo del conocido empresario Fernando Fernández Tapias.
Los rastreos comenzaron el pasado martes, después de que la familia del desaparecido presentara una denuncia al pasar varios días sin saber nada de él. La zona se conoce como Playa Chica o Pila de la Barrilla, donde están situadas varias escuelas de submarinismo.
Fuentes del Consorcio de Emergencias han explicado que la hipótesis con la que trabajan es que Bosco José se trasladó en su vehículo de alquiler hasta esta playa. El último movimiento de su tarjeta de crédito es del 28 de septiembre, y se corresponde con la compra de un equipo de buceo, incluidos seis kilos de plomos, usados en esta práctica deportiva para equilibrarse en el fondo marino.
“Parte del equipo no ha sido localizado”, explicaron las mismas fuentes, lo que apoya la teoría de que el hijo del empresario madrileño podría haber realizado una inmersión en solitario, según han relatado. Asimismo han confirmado que había iniciado un curso de inmersión, que no había terminado aún, y que habilitaría para bajar hasta 20 metros de profundidad.
Se trabaja con la posibilidad de que tras entrar en el agua en solitario, lo que no recomienda ninguna escuela de instrucción, sufriera una narcosis, que se caracteriza por un adormecimiento del buceador al bajar a más profundidad a la que el cuerpo está acostumbrado ?y que suele darse por debajo de los 40 metros- lo que provoca pérdida de consciencia y muerte por ahogamiento.
Bosco José llevaba varios meses residiendo en la isla de Lanzarote, exactamente en la zona de Las Caletas, entre Arrecife y Costa Teguise. Unas semanas atrás había comenzado un curso de windsurf, que tampoco había finalizado. Hasta la isla se han traslado dos hermanos del desaparecido.