Las fiestas de la patrona de Gran Canaria se quedan huérfanas sin Paca y su cachimba
La popular vecina de Artenara no acudirá este año por primera vez a su tradicional cita con la ofrenda a la Virgen del Pino debido a su estado de salud
Setenta años luciendo la cachimba con un estilo único, subida en la burra y dejando una de las estampas más populares de las fiestas de El Pino. El 7 de septiembre todo el mundo espera por ella, por su saludo, sus ocurrencias y sus particulares peticiones a la Virgen del Pino, a quien en los últimos años había desistido en eso de reclamarle un novio. Es evidente que se trata de Paca Díaz, la popular vecina del municipio de Artenara, quien lamentablemente este año faltará a su tradicional cita en la fiesta más importante de Gran Canaria debido a su estado de salud.
La romería del Pino tal y como la conocemos fue planteada en 1952 por el entonces cronista de la villa Néstor Álamo. El Cabildo de Gran Canaria, con el apoyo del Consistorio de Teror y de la Basílica del Pino hizo realidad la que hoy es una de las fiestas más multitudinarias del Archipiélago.
Desde ese momento Paca bajaba de Artenara junto a un grupo de vecinos y vecinas para ofrendar a la virgen. Durante muchos años fue la encargada de ensayar al cuerpo de baile que danzaba en el pórtico de la Iglesia acompañado de la parranda de su pueblo. En ese entonces las órdenes las daba subida en la carroza y, ediciones más tarde, en la burra. En los últimos años, muy a su pesar, se tuvo que bajar del animal e ir en silla de ruedas empujada por uno de sus fieles compañeros en esta fiesta, el hoy alcalde de Artenara, Jesús Díaz. “Si era la hora y no había llegado a buscarla ya estaba diciéndonos que lo llamáramos”, señalan sus sobrinas y cuidadoras Gloria y Teresa, pero ‘Suso’ siempre venía a por ella, junto al resto de artenarenses que llegan a Teror en ese día.
Él mismo manifiesta que es “muy duro” para Artenara que Paca, después de 70 años, no les acompañe en El Pino. “Toda la vida ha estado, ha sido el alma de nuestra carreta, una persona muy querida y entrañable para el pueblo. La gente veía el cartel de Artenara y decía: ¡ya viene Paca con su burra! Es nuestra abanderada”, afirma Jesús Díaz.
Pero ella también era protagonista en otros muchos ámbitos de la vida de su pueblo. “Siempre nos ayudaba y participaba en todos los acontecimientos, especialmente en las fiestas de La Cuevita” (las fiestas patronales del municipio de Artenara). El alcalde, además, cuenta que cuando Paca trabajaba en el Centro de Especialidades de Pérez del Toro (Las Palmas de Gran Canaria), después en Arucas y por último en Altavista (LPGC), siempre estaba alerta por si llegaba alguien de su pueblo para tenderle la mano y agilizarle los trámites. “Ella es única y aunque no vaya en la carroza, estará muy presente”, expresa.
Con lágrimas en los ojos, Gloria y Teresa evidencian que es “muy difícil” para ellas este año saber que su querida tía no estará en Teror. Cada año, tras el viaje del fin de las fiestas de La Cuevita -a finales del mes de agosto- y casi sin sacar la ropa del bolso, se bajaba a la romería de la Villa para cumplir con su promesa. Gloria recuerda cómo desde muy pequeña su tía les animaba a acompañarla a la ofrenda del Pino, “hacíamos la ofrenda, nos compraban algún juguete, nos subían a los cochitos y en la guagua de vuelta a Artenara con todos los vecinos”, cuenta con cariño. Las hermanas -gemelas- aluden a los buenos recuerdos que tienen de su tía, con quien crecieron también sus dos hermanos y el resto de los sobrinos. “Siempre estaba para todos”, dicen visiblemente emocionadas.
Teresa rememora con un brillo especial en los ojos cuando a principios de verano ya estaba pidiendo las barbas de millo a los agricultores de la zona para prender la cachimba. “Tenía todo preparado, la ropa, se aseguraba de que iba la burra y, por supuesto, la pipa. Ella no fumaba en todo el año, solo en la romería de Teror”, matiza.
Pero la relación de Paca con Teror no es solo festiva. Lo visitaba habitualmente durante el año, pues allí se afincó desde muy joven su sobrina Teresa cuando se casó con un terorense. “No solo venía a la romería del Pino, siempre que podía paraba a visitar la Iglesia y a escuchar la misa. Se quedaba unos días en mi casa, me acompañaba en la dulcería -se refiere a la popular Dulcería Benítez, donde tantas tardes pasó- y hablaba con todo el que pasaba por allí para contarle como le iba y lo bien que estaba Artenara”, apunta ésta última.
En 2008, cuando se celebraba el 56 aniversario de la romería, el Ayuntamiento de Teror, en aquel momento presidido por Juan de Dios Ramos Quintana, le rindió un reconocimiento por haber participado hasta ese momento y sin descanso en la ofrenda. Así continuó 14 años más, hasta el pasado 2022. Incluso cuando la suspensión de los actos por la pandemia derivada de la COVID-19 quiso frenarla, ella vino como representante de su pueblo, como lo hicieron el resto de municipios de Gran Canaria.
El hoy alcalde de la Villa Mariana, Sergio Nuez, destaca la “gran figura” de Paca en la romería del Pino, a quien define como uno de los personajes “más icónicos”. Pero, Nuez también resalta que la vecina de Artenara es “impulsora” y “representante” de la mujer en el ámbito rural. Con la voz entrecortada por la emoción le envía el mensaje que, probablemente, más se escuchará el próximo día 7 en Teror: “Te echamos de menos, Paca”.
Ella se hizo un nombre en toda Canarias, su particular humor y su simpatía la convirtieron en una de las protagonistas del programa de Radio Televisión Canaria Noveleros, además de su participación en otros proyectos del ente público, donde la conocen como ‘la abuela de la tele canaria’.
El pasado mes de marzo cumplió 97 años y, a pesar de sus ganas de vivir, las fuerzas le flaquean para llegar hasta Teror. Entre sus recuerdos está la romería del Pino y su querida Artenara, donde la extrañan desde que se fue a vivir con Gloria y su familia a la capital grancanaria por motivos obvios. Hasta hace unos meses subía periódicamente a la cumbre, pero ya no se encuentra en disposición de hacer un viaje tan largo.
Este año la echarán de menos sus vecinos y vecinas en sus queridas fiestas de La Cuevita, pero también la echará de menos toda Gran Canaria en la Romería del Pino en Teror el 7 de septiembre.
Vaya desde aquí un sentido homenaje a Paca Díaz, y a todas las personas que se convierten en personajes significativos en las fiestas populares de las Islas.
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