El foco que contamina las aguas de El Confital desde hace más de cuatro meses podría tener su origen en las fuertes lluvias que tuvieron lugar en Gran Canaria en octubre de 2015, mes en el que llegó a caer un día 21 litros por metro cuadrado en el capitalino barrio de La Isleta.
Esta posibilidad la ha desvelado la jefa del servicio de Sanidad Ambiental del Gobierno de Canarias, María Luisa Pita, quien cree que debido a la fuerza de esas lluvias “probablemente” haya quedado “alguna conexión rota” del sistema de alcantarillado en algún sitio que todavía no se ha localizado.
“El Ayuntamiento está intentando localizar” el punto, sostiene Pita, quien cree que esta filtración lo que hace es que el agua residual “va percolando en el subsuelo”, motivo por el que tan solo se encuentran enterococos y no E.coli.
Según ha anunciado este lunes el concejal de Playas y Ciudad del Mar de Las Palmas de Gran Canaria, José Eduardo Ramírez, el Ayuntamiento espera tener en septiembre los permisos de los propietarios de una parte de la playa de El Confital, la familia Bravo de Laguna, para realizar las catas que pueden dar con la solución al problema de la presencia de bacterias de origen fecal en sus aguas.
“Emalsa sí que sigue trabajando en toda la zona, no solo en Las Coloradas, también en la zona militar. Ha detectado algunas tuberías que podrían estar obsoletas y las están cambiando. También están echando colorantes, rodamina para ser exacto, en toda la red para ver si alguna de esas aguas con colorantes llegan al agua”, ha explicado el concejal.