Funcionarios de la Prisión Provincial de El Salto del Negro, en la isla de Gran Canaria, salvaron la vida de un interno que, sobre las 06.50 horas del pasado 25 de septiembre, prendió fuego al colchón de su celda y se realizó cortes en un brazo.
La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) ha explicado que el fuego y el humo altamente tóxico que desprendía creó nerviosismo entre el resto de la población reclusa del módulo 9.
Así, en mitad de esta situación, los funcionarios del turno de noche lograron salvar la vida del interno gracias a una rápida actuación al abrir de forma totalmente manual una puerta dilatada por las altas temperaturas.
Al entrar en la celda encontraron al recluso, que presentaba síntomas de asfixia provocadas por la combustión del colchón y resto de enseres, sangrando profusamente al haberse cortado un antebrazo por varias zonas.
Por este motivo el interno tuvo que ser auxiliado de urgencia por los servicios sanitarios del centro penitenciario en el exterior de la celda incendiada.
Incendiar la celda, una forma de coaccionar
Acaip ha explicado que el incendio de la celda es usado por algunos presos como modo de coacción a los responsables penitenciarios y que no es un hecho aislado dentro de una prisión.
El pasado 26 de abril de 2016, otro interno tuvo que ser trasladado al hospital al haber incendiado su celda y estar próximo a la parada respiratoria.
En esta ocasión, la temperatura alcanzada provocó la dilatación de la puerta, la imposibilidad de una rápida apertura y el auxilio inmediato al recluso. Finalmente, tres funcionarios lograron sacar al interno, siendo posteriormente atendidos en la enfermería de la prisión por inhalación de humo tóxico.