El Gobierno de Canarias, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Telde han acordado una propuesta única con nueve actuaciones para aliviar el problema de tráfico que sufre la GC-1 en su paso por Telde, principalmente en el tramo que discurre entre Jinámar y Las Huesas.
Dentro de este plan se ha acordado la creación de carriles de servicio que discurran paralelos a un tramo de la vía principal, además de mejorar los enlaces e intersecciones a los largo de estos 4,5 kilómetros y trabajar en la malla viaria alternativa tanto en la parte sur como en la parte norte, entre otras, ha informado la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias.
La actuaciones nacen de propuestas de las tres administraciones y la participación ciudadana, que contará con seis meses de redacción de proyecto que saldrá a licitación a principio de 2021 y la posterior licitación de obra, con la previsión de que los trabajos se ejecuten desde finales de 2021 y a lo largo de 2022.
Estas actuaciones contarán con un presupuesto aproximado de 12 millones de euros, que variará según el número de expropiaciones, entre otras variables.
El objetivo es que este proceso culmine en un año para que las obras empiecen en 2022.
El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, ha indicado que este proyecto es una solución previa a la que ha definido como “solución definitiva” que es la GC-5 o circunvalación de nuevo acceso a Telde, cuyas obras está previsto que se alarguen al menos por cuatro años.
Esta carretera será la segunda en inversión y en magnitud del convenio de carreteras, solo por detrás del proyecto de la carretera de La Aldea, pero el presupuesto está aún sin definir.
Según ha recordado Franquis, esta mesa de trabajo se reunió en enero para tratar soluciones técnicas, cuya recopilación ha dado lugar a un proyecto único.
El objetivo fundamental es la creación de la GC-5 que se trabajará de forma paralela, pero que requiere un plazo mayor por lo que “hay que actuar en esta vía fundamental desde ya” con actuaciones a corto plazo.
El consejero regional ha destacado que en esta vía “hay que actuar con sensibilidad” con trabajos que “en buena parte se harán de noche, aunque algunos tendrán que realizarse durante el día” y que tiene el objetivo común de “afectar lo menos posible al tráfico”, aunque “en algún momento habrá dificultades”.
Trabajar en esta vía es “una necesidad urgente” porque sufre retenciones en obras puntas, por lo que “hay que actuar sí o sí”, y tiene financiación prevista.
Por su parte el consejero insular de Obras Públicas, Miguel Ángel Pérez, ha valorado positivamente la reforma de la GC-1, con nueve actuaciones que incluyen como fundamental la “revisión de los enlaces y los carriles recolectores” que “aliviarán el tráfico en el municipio de Telde” y con una obra con unos tiempos “relativamente cortos”, mientras que la GC-5 tiene un proceso más largo.
De esta forma se actúa “con celeridad” en “los puntos negros de la vía” para que esta obra “llegue a buen puerto lo antes posible”.
Asimismo, el alcalde de Telde, Héctor Suárez, ha destacado que “se han coordinado las administraciones y se ha escuchado a la ciudadanía” con “soluciones a corto, medio y largo plazo”.
Estas nuevas actuaciones “van a mejorar la acción de los que transitan por la vía” a la vez que se avanza en la creación de la GC-5.
Esta obra es “el resultado de entender el tráfico de la isla desde una visión única”, ha dicho.
Es “importantísimo” que “se ofrezcan soluciones”, ha dicho el primer edil, más aún con un sistema que “ha ido de abajo hasta arriba” con las propuestas de plataformas ciudadanas, y la “acción, financiación, con determinación y valentía” porque “no es una obra fácil”.
Hace “seis años que el municipio de Telde solicita una respuesta”, en la que se han puesto todas las administraciones “a trabajar conjuntamente”, lo que el alcalde teldense ha valorado de “un éxito” y “un modelo en el que hay que seguir trabajando en el futuro”.