El portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, ha anunciado que se ampliará el horario de los servicios de restauración en las islas en nivel 2hasta las 00:00 horas, con el fin de favorecer “la permanencia en establecimientos organizados y evitar las aglomeraciones” en la vía pública. La medida entrará en vigor a partir del viernes con la publicación del Boletín Oficial de Canarias (BOC).
Después de suspender el toque de queda tras el auto de aclaración del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Pérez ha explicado que esta medida puede ser sustituida por otras alternativas, como el control de horario o la limitación de personas en encuentros familiares y sociales. Además, señaló que la decisión de poner el mismo horario de cierre de bares y restaurantes que ya tenían las islas que se encontraban en nivel 1 (La Palma, Fuerteventura y La Gomera) puede ayudar a “controlar” la “tentación” de fiestas, botellones o concentraciones en espacios públicos.
El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, mantendrá en los próximos días una reunión con representantes del sector para analizar los pormenores y las razones de esta decisión y a ellos ha apelado el portavoz del Ejecutivo canario para que coadyuven, “como hasta ahora”, en la aplicación de las normas.
El portavoz del Gobierno regional también ha hecho un llamamiento a la ciudadanía canaria en general, y a los más jóvenes en particular, al respeto de las normas vigentes, porque “a partir de ahora el control de la pandemia va a descansar mucho más en el comportamiento individual que en una imposición radical, como hasta ahora”.
Cierre perimetral
Pérez ha explicado que de las dos medidas que no fueron ratificadas por el Tribunal Supremo de Canarias (TSJC), el Gobierno “va a seguir discutiendo en sede judicial” la que se refiere al cierre perimetral de las islas que se encuentren en nivel 3 y 4 (ninguna se encuentra en estas fases en la actualidad), ya que los informes del servicio jurídico y del Servicio Canario de Salud hacían esta opción “la más aconsejable”, dado que es “la que tiene más posibilidades de éxito” y, a diferencia del toque de queda, no cuenta con alternativas.
Por ello, limitará el recurso de casación que presentará ante el Tribunal Supremo (TS) al cierre perimetral de las islas que se encuentren en nivel 3 y 4. Desde el punto de vista jurídico, el Ejecutivo canario ha acordado esta decisión porque el Ministerio Fiscal se mostró a favor de esta medida y porque, del conjunto de seis magistrados que componen la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC que tomó la decisión, dos formularon un voto favorable a la ratificación de este medida.
“Hay por tanto una reflexión jurídica que dice que éste es el camino que tiene un poco más de probabilidad de ser recorrido con éxito, siempre con dificultad”, afirmó Pérez, quien también considera que el Ministerio Fiscal no se opondrá al recurso del cierre perimetral al considerar que no se trata ni del cierre del conjunto de la Comunidad Autónoma, ni en cualquier situación.
Según el portavoz, “tanto el toque de queda, como el cierre perimetral son medidas que esperamos nunca más haga falta tener que implantar, y si seguimos en esta discusión es porque creemos positivo contar con esa posibilidad”.
Refuerzo de la vigilancia
Julio Pérez resaltó que el comportamiento de la ciudadanía canaria en este último año permite pensar que las normas van a ser cumplidas “sin una especial coacción”, y avanzó que este jueves se celebrará una junta de seguridad regional para que se refuerce la vigilancia y el control de las normas sobre aforo, distancia o grupos de personas.
“Por tanto, tenemos que ir trasladando un sistema de control que descansa en normas radicales a un sistema de autocontrol, en el que la propia sociedad debe saber cómo hay que comportarse mientras no lleguemos a la situación de victoria sobre el virus, que en algún momento se producirá”, agregó el portavoz.
A su vez, ha querido hacer un llamamiento “especial, claro y terminante” hacia la población juvenil, toda vez que se ha visto que algunos incumplimientos que pueden ser “perturbadores” para el control de la enfermedad se produce, justamente, entre las personas de entre 20 y 30 años, un tramo de edad en el que la pandemia tiene una mayor incidencia en comparación con las personas de mayor edad.
“Esperamos que se comprenda, por parte de la población joven, la importancia que tiene el cumplimiento de las normas porque descansa en su comportamiento el que derrotemos a al enfermedad, que sigue ahí. Que se acabe el estado de alarma o el toque de queda no significa que no haya que tomar ninguna precaución o ninguna limitación”, concluyó Pérez.