MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Las “presiones” sobre los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) para que pongan multas se han “recrudecido” últimamente, según han denunciado varios fuentes de este cuerpo consultadas por Europa Press. En paralelo, las multas de tráfico impuestas por agentes aumentaron un 10,8 por ciento en abril, de acuerdo al último anuario estadístico de la ATGC.
Así, se ha pasado de 183.510 multas en el mes de abril de 2011 a 203.438 sanciones en el mismo mes de este año, un aumento de casi el 11 por ciento que desde dentro de la agrupación atribuyen a las “constantes ordenes, siempre verbales” que se transmiten desde el Ministerio de Interior para incrementar el número de sanciones.
Estas “presiones” se traducen en ocasiones en retiradas del plus que reciben los agentes por productividad y en “preavisos” en los que se informa a los mismos de su “bajo rendimiento” y se les pone sobre aviso de las consecuencias que puede tener para su sueldo si no mejoran su comportamiento.
Concretamente, en dos de estas cartas, a los que ha tenido acceso Europa Press, se advierte a dos agentes, que están por debajo de la media de su unidad en cuanto a denuncias de tráfico, de que si no aumentan el número de actuaciones “podrán ser propuestos para la no percepción del complemento de productividad”, lo que implica un recorte del sueldo de alrededor de 230 euros aproximadamente.
Este tipo de avisos, unidos a las órdenes verbales, ha provocado “un ambiente inaguantable” en algunas provincias, según las mismas fuentes que se quejan de que los agentes que ceden a estas presiones e imponen más multas se benefician de los mejores turnos u de otro tipo de compensaciones.
Unido a estas presiones, los agentes se quejan de que los recortes están “a la orden del día” con “situaciones rocambolescas” en algunas unidades en las que los agentes se ven obligados a compartir una única PDA entre 30 y 40 personas o tienen que prescindir de imprimir documentos, por tener la impresora averiada desde hace tiempo y no hacerse cargo la Dirección General de Tráfico (DGT) de su mantenimiento.
Mientras, las mismas fuentes han señalado que en otras unidades directamente ni siquiera hay boletines de papel porque no se suministran o se han tenido que suspender controles de alcoholemia al no disponer las patrulla de ningún etilómetro, por tener que compartirlo con otras.
Preguntado por estas presiones y recortes, la Unión de Guardias Civiles ha subrayado la “necesidad de más vigilancia”, no mediante la instalación de “más radares o campañas anecdóticas y mediáticas” sino mediante la presencia de agentes de tráfico en la carretera y la dotación a las patrullas de instrumentos adecuados para hacer su trabajo, que consiste en “mejorar la seguridad vial”.