La historia de Juan Alberto, el último levantador de piedras enormes de Canarias

Acfi Press

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Cuando uno oye hablar del levantamiento de piedra, lo primero que le viene a la cabeza son las imágenes de los levantadores vascos con unas piedras enormes, algunas de más de 300 kilos. Sin embargo, en Canarias esta tradición también ha existido. El Padre Espinosa, a finales del siglo XVI, fue el primero que recogió en alguna obra referencias a los guanches levantando una gran piedra en Arico (Tenerife).  

Sin embargo, no han sido muchos los deportistas que a lo largo de los años han destacado dentro de esta tradición. En Gran Canaria, en la actualidad, el último bastión del levantamiento de piedra es Juan Alberto Alvarado, que a sus 26 años lleva poco menos de un lustro siguiendo la tradición familiar que desde el 19 de abril de 1991 arrancó su tío Ramón, ahora, a sus 56 años, casi retirado por culpa de una lesión en su rodilla.  

Juan Alberto, que desde este año es también Destacado C dentro del Castro Morales de Lucha Canaria, afirma que su “gusanillo” por este casi desconocido deporte vernáculo arrancó por dos motivos, porque veía a su tío y porque “me encanta todo lo que tenga que ver con Canarias”. Así practicó bailes típicos, es luchador y está cerca de cumplir cinco años levantando piedra, algo que tiene pensado hacer “hasta que el cuerpo lo permita”.

De momento, su récord lo tiene en 86 kilos, pero más por falta de piedras en condiciones que por su capacidad. Y es que en su casa tienen la referencia de las piedras en Gran Canaria, la Piedra del Gallo, de 151 kilos, una diferencia de 65 kilos que parece demasiada para intentar ejecutarla sin un paso intermedio. Así, está pendiente ahora de un desmonte de una obra en la que le han informado que puede haber piedras grandes, pero tiene que ir con material para pesarla y comprobar que existe alguna que pueda estar entre los 100 y los 120 kilos “para poder hacer una transición y seguir subiendo el peso”.  

Por la cabeza del pequeño de los Alvarado pasa un reto muy importante, que es intentar levantar todas las piedras históricas de Canarias, entre las que están localizadas la de Los Mocanes, en El Hierro, de 110 kilos, la Piedra de El Paso, en La Palma, de 129, la mencionada del Gallo y la más pesada, la de Los Valientes, en Arico, de 170. Se conoce la existencia de una más por su historia, la de Uga, en Lanzarote, pero en estos momentos desconocen su paradero. Son piedras de distintos tipos, clases, peso y formación geológica.  

Juan Alberto tiene claro el motivo por el que el levantamiento de piedra en Canarias es un deporte casi desconocido, mientras que en el País Vasco tiene una gran importancia: “Allí tratan sus tradiciones como oro, y aquí por desgracia no es así”, y explica las diferencias entre la piedra vasca y la canaria: “Allí las piedras son fabricadas, de granito natural, se levantan a la vuelta y suelen tener el peso por un lado, mientras que las nuestras son piedras cogidas de un barranco o de una playa, piedras naturales cien por cien, no se labran para nada, y es ponerlas en el sitio de entrenamiento y levantarla”. 

Al joven de Santa Lucía de Tirajana le gustaría que hubiese más gente que se atreviera a intentar levantar piedras, porque considera que esa rivalidad probablemente le permitiría evolucionar más rápidamente. Sin embargo, de momento nadie acaba dando el paso y se tiene que limitar a mostrar sus habilidades en exhibiciones o muestras de deportes autóctonos que se organizan en la Granja Experimental del Cabildo o en algunos municipios, aunque no ve gran implicación en las instituciones para dar a conocer una tradición casi desaparecida.  

“Sé de un chico en Tenerife que se dedica, pero más que al levantamiento de la piedra al pulseo, no conozco a más nadie. No me atrevo a decir que soy el único de Canarias, pero que yo sepa sí”, explica antes de aclarar la diferencia entre lo que él hace y el pulseo: “El pulseo es una técnica que se parece a la halterofilia. En el levantamiento de piedra hay tres pasos, rodilla-pecho-hombro, mientras que en el pulseo se hace desde el suelo hasta arriba con las palmas de las manos y cada ejercicio que hagas con los brazos totalmente estirados eso es un pulseo, si no está del todo estirado no cuenta. Gana el que más ejercicios ejecute”.  

Por último, pide sobre todo la implicación de la corporación insular para evitar que el levantamiento de piedra desaparezca por completo: “Al Cabildo le pediría, no en lo económico, que eso aquí es secundario, intentar mantener una tradición que, por suerte o por desgracia, se está perdiendo y por eso le pediría que nos divulguen más, que nos inviten a más sitios. Está bien que inviten al levantamiento de arado, al juego del palo, pero nosotros, de los deportes tradicionales, somos los que menos vistas tienen y que menos conoce la gente”.  

“Tiene toda mi confianza”  

Ramón Alvarado es el tío de Juan Alberto y el culpable de que en el joven creciera el 'gusanillo' por este deporte. Ramón, retirado ahora por una lesión en la rodilla tras 32 años levantando piedras, es el encargado de explicar a su sobrino todo lo necesario para que pueda seguir creciendo y aprendiendo, empezando por explicarle la importancia de un buen calentamiento antes de empezar los levantamientos.   

Pero Ramón no se cierra en mostrar sus habilidades a su pariente, sino a cualquier persona: “Estoy dispuesto a mostrar lo que he aprendido a lo largo de los 32 años que he estado levantando piedra a quien quiera, sea mayor, menor, niño, hombre, mujer..., que es un deporte tanto masculino como femenino, que la Piedra del Paso, en La Palma, pesa 129 kilos y la llegó a levantar una mujer. Hablamos de un deporte que no es sólo para hombres. A todo el que quiera explicaciones yo se las doy hasta el último detalle”.  

Y una de las claves para un buen levantador, explica, es el entrenamiento: “Asustaría saber lo que se puede evolucionar en un mínimo tiempo sólo con el entrenamiento, siendo constante, con un buen entrenamiento, un buen precalentamiento, un buen estiramiento después de levantar, simplemente para evitar lesiones y coger más fondo. Podría asustar los kilos que se pueden levantar en poco tiempo sólo con el hecho de entrenar dos-tres veces en semana”.  

Ramón agradece al Ayuntamiento de Santa Lucía la puesta en escena de la Escuela de Juegos Tradicionales de la Revoleá, por medio de Miguel López: “Están divulgando un montón de juegos autóctonos como el juego del palo, el salto del pastor, el levantamiento de arado y de piedra... Pero me parece muy poco, hablamos sólo de un municipio, Santa Lucía, pero si hay un niño de Las Palmas, o de Teror o de Valsequillo interesado, ¿qué pasa? ¿Qué tiene que venir dos o tres veces en semana a Vecindario a que le expliquen? Yo pienso que deberían de dar un poco más de importancia a los deportes tradicionales canarios. En mi caso, al levantamiento de piedra, yo estoy en declive, pero espero que se mantenga gracias a Juan Alberto, pero necesitamos más, porque si él lo deja por cualquier motivo, nos quedamos sin este deporte en Canarias”.

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