Un cambio en la dirección del viento sobre las 17.00 horas de este lunes ha vuelto a complicar las tareas de extinción del incendio que asola la isla de Gran Canaria desde el pasado sábado. El fuego ya ha quemado 10.000 hectáreas en un perímetro de 75 kilómetros y uno de sus frentes se ha abierto hacia el sur de la isla y ya está a las puertas del Parque Natural de Inagua, superficie que resultó afectada en el incendio forestal de 2017.
El Gobierno de Canarias ha ampliado por ello las zonas de evacuación a Mogán, La Aldea y San Bartolomé de Tirajana ante la posibilidad de que el fuego alcance estos municipios. En función del comportamiento de los vientos, a lo largo de las próximas horas podrían ser desalojados los vecinos de varios núcleos poblacionales.
De las 10.000 hectáreas arrasadas por las llamas, 2.000 se encuentran en el Parque Natural de Tamadaba y otros 2.000 en el frente que se dirige hacia la reserva de Inagua. El fuego camina en el flanco de Tamadaba hacia la costa. Se espera que a lo largo de la noche se queme lo que resta intacto, entre un 20 y un 25% del área, aunque la intensidad ha bajado y se quema matorral bajo y pinocha, un dato positivo, en palabras de Federico Grillo, jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, que precisa que el panorama “sigue siendo complicado”.
En la zona norte, en los municipios de San Mateo, Valleseco y Moya, el fuego está contenido y prácticamente estabilizado tras un “trabajo intenso”, lo que podría permitir que los vecinos desalojados puedan volver a sus viviendas en la mañana de este martes, ha informado el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres.
El cambio de viento de esta tarde ha favorecido las tareas en la zona norte de la isla, donde aún se mantienen unidades de emergencias para acabar de controlarlo a lo largo de este martes, pero las ha complicado en el sur, donde ha traspasado la presa de Parralillo y ha encontrado mucho terreno “para devorar”, según ha explicado Grillo. Uno de los frentes se dirige hacia la cumbre de la isla, con tendencia a desplazarse hacia el Roque Nublo y Los Llanos de la Pez, aunque se espera que los vientos nocturnos frenen su trayectoria.
El sector de cabeza, el más difícil de controlar, es el que se dirige al sur con potencial de saltar a Inagua y llegar a Mogán y a San Bartolomé de Tirajana. La nube de humo ya afecta a estos municipios, donde se plantean evacuaciones preventivas al considerarse zonas contaminadas por los gases nocivos. Grillo ha recordado que la reserva de Inagua se quemó en 2017, por lo que, de llegar a esta ubicación, el fuego sería superficial y generaría un humo blanquecino.
Más de un millón de litros de agua
El dispositivo de emergencias desplegado este lunes en Gran Canaria, el mayor jamás visto en las Islas, según el presidente regional, ha descargado más de un millón de litros de agua sobre la zona afectada por el incendio. Solo los aviones anfibios han realizado 133 descargas sobre las llamas. En el operativo han trabajado más de 700 personas y 16 aeronaves. El retén durante la noche estará formado por 475 efectivos, de los cuales 230 realizarán labores de extinción del fuego.
El ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, ha explicado que este martes llegarán a la isla otros dos helicópteros Kamov y un avión de coordinación para reforzar los medios aéreos y tratar de contener el fuego.
Un total de 473 personas pasarán esta noche en albergues. El Gobierno de Canaria calcula, en función de la población censada en los núcleos poblacionales evacuados, que el número de personas desalojadas de sus viviendas supera los 9.000.