La Iniciativa Popular Canaria (IPC) cree que Marruecos prepara una “Marcha Azul” sobre las Islas para que España reconozca su soberanía plena sobre el Sáhara Occidental. La agrupación considera que la llegada de más de 8.000 personas a Ceuta en la última semana fue la respuesta de Rabat a la acogida del líder del Frente Polisario Brahim Ghali en un hospital español. Además, la IPC también considera que el aumento de personas marroquíes llegadas en pateras y cayucos al Archipiélago fue el “preámbulo” de esta “Marcha Azul”, en referencia a La Marcha Verde enviada por Hassan II en 1975 al Sáhara.
La IPC advierte que Marruecos seguirá utilizando como ''carne de cañón'' a las personas en situación de pobreza y vulnerabilidad de su país, que intentan reunir dinero para llegar a Europa a través de la ruta canaria, la más mortal de acceso al continente. “En el caso de la Marcha Azul no necesitarán pagar nada, solo ser seleccionados por los servicios secretos marroquíes'', dice la IPC en un comunicado.
“Estas migraciones planificadas disminuyen la problemática originada por la marginalidad en origen, actuando como válvula de escape y cortina de humo frente a posibles estallidos sociales. Con este tipo de maniobras, el Reino alauita demuestra su total falta de escrúpulos para aprovechar la miseria y subdesarrollo que su propio sistema económico-social neoliberal y feudal genera sobre los sectores populares marroquíes'', apunta el comunicado.
El papel de EEUU
Estados Unidos ha dado una “patada al tablero de la legalidad internacional”, dice IPC. El reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental por parte de EEUU es una “compensación a las relaciones diplomáticas con Israel”, señala el comunicado. Así como también es un ejemplo de la “no resignación de Washington a perder influencia mundial en favor de otras potencias”.
“En el Noroeste africano, la alianza de EEUU Con Marruecos trata de contrarrestar la creciente influencia de China en África, con el establecimiento de la base del AFRICOM en Tan Tan, frente a Canarias, para controlar el Sáhara y el Sahel, y la proliferación de maniobras conjuntas aeronavales y terrestres”, resalta la IPC.
Debilidad española
La pugna de intereses entre España y Marruecos tiene, según la IPC, muchos frentes, comenzando por las demandas territoriales de Rabat sobre los enclaves africanos de Ceuta, Melilla y el Peñón de Vélez de La Gomera, las Islas Chafarinas y los islotes de Alhucemas, Islas de Tierra y Mar, y Perejil.
La posición negociadora española “no puede ser más débil”. La Iniciativa Popular Canaria insiste en que Rabat maneja según su conveniencia en cada momento el fenómeno migratorio. “Esta debilidad negociadora pretenden enmascararla con su condición de miembro de la Unión Europea, que evitaría los desmanes de Rabat bajo amenaza de retirarle sus ayudas. Pero más allá de las declaraciones grandilocuentes de Bruselas, es muy notorio que -en la vida real- siguen practicando su habitual política de chantajes a su antojo”.
Canarias paga las consecuencias
“No se trata sólo de reconocer la debilidad española frente a Marruecos, sino también de constatar que Canarias siempre termina pagando las consecuencias, como moneda de cambio, para compensar los desacuerdos hispano marroquíes”. opina la IPC, justificándose en el desmantelamiento del sector pesquero.
La alternativa es, según la formación, “la dignidad”. El Archipiélago “debe dejar de ser un instrumento para potenciar el escaso protagonismo internacional del Estado''. ''Para ello nos urge salir del fuego cruzado hispano marroquí, dejando de ser objeto de sus cambalaches, para convertirnos en auténtico Sujeto de Derecho Internacional''.