Italia espera más de 170.000 inmigrantes este año

Patera al sur de Lampedusa

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

En poco más de cuatro meses han llegado 24.000 inmigrantes a Italia, unas cifras que para las autoridades italianas son preocupantes y nada optimistas y que les indica que lo más seguro es que en 2015 se superará los 170.000 inmigrantes que llegaron de forma irregular a sus costas, según ha explicado Michelangelo Laterra, policía que trabaja en el departamento de inmigración del Ministerio del Interior de Italia y que ha participado en la VIIII Conferencia Policial Euro-Africana, que se celebra estos días en Las Palmas de Gran Canaria. Unas personas que, aunque provienen de distintas partes del continente africano, parten de las costas de los países del norte de África y de Oriente Medio, aunque por lo general de Libia, país que tiene una situación política compleja.

Laterra ha dado a conocer cifras de este 2015 respecto a 2014, y ha indicado que el año pasado partieron de la costa del país norteafricano 800 embarcaciones, y que en lo que va de 2015 ya han interceptado 150. De hecho, en el periodo comprendido entre el 31 de marzo y el 20 de abril de este año, han interceptado a 10.000 inmigrantes irregulares en Italia, 7.000 de ellos en un solo fin de semana. De ellos, la mayor parte los engloban en países de origen subsahariano (unos 5.200), seguidos de personas provenientes de Eritrea y Somalia, que como el propio polícia explica, son países con dificultades domésticas que obligan a estas personas a hacer largos viajes. Sobre todo a partir de 2011, con la Primavera Árabe, la situación en el Mediterráneo se ha desbordado.

Las autoridades del país transalpino han notado un incremento en el uso “masivo” de lanchas neumáticas en este 2015, algunas de ellas incluso hechas a mano, lo que creen que es debido a las dificultades de las bandas organizadas en Libia de hacerse con pesqueros para cruzar el Mediterráneo. Así, estas zodiacs son abandonadas a su suerte cuando zarpan y debido a su frágil estado pierden el rumbo  en alta mar, lo que terminan en las tragedias, que para el agente italiano se deben por la imposibilidad de rescatarlos.

En la conferencia también participó Masoud Abdelsuma, dirigente de los Guardacostas de Libia, quien reconoció que su país se enfrenta “a un grave problema” al que la inestabilidad del Gobierno y Parlamento no pueden hacer frente. Y es que, el agente libio explica que la mafia establecida en el país norteafricano tiene dinero y armas y usa a los inmigrantes como fuentes de ingreso, sin preocuparle la vida de estas personas. Los puntos principales de salida de estos botes son la zona de la costa comprendida entre Zuara y Misrata, que según Abdelsuma están poco habitadas (con excepción de Trípoli, la capital del país).

La forma de luchar contra este fenómeno en este país depende de la cooperación con otros países, sobre todo del sur de Europa, ya que Libia carece de medios para hacer frente a esto. Abdelsuma recuerda que en la intervención de la OTAN los aviones de la alianza destruyeron los barcos guardacostas, por lo que controlan la salida de inmigrantes con medios precarios como barcos pesqueros o embarcaciones que no pueden estar más de un día fuera del puerto. En la actualidad están a la espera de cuatro barcos que serán cedidos por el país europeo y que les permitirá hacer un control de los más de 1.900 kilómetros de costa. Será con la llegada del nuevo gobierno con el que esperan poder intervenir y hacer frente a las mafias, ya que el anterior régimen “no tenía voluntad” para hacerlo y se enriquecía de estas mafias, aparte de buscar conflictos con otros países a partir de la inmigración y facilitar la coordinación entre las distintas bandas internacionales. Cuando estabilicen el país, confían en que las colaboraciones con la Unión Europea sean más efectiva que la actual cooperación con la Guardia Costera Italiana, con la que por el momento solo les ayudan compartiendo información. De hecho problemas internos provocaron que se detuviera la colaboración libia con la Guardia Civil dentro del Proyecto Seahorse Mediterráneo. 

Precisamente la cooperación entre países ha permitido a Italia frenar algo esta avalancha de inmigrantes. Es el caso de la cooperación entre Turquía y el país europeo, que como Laterra explica, desde que colaboran han conseguido buenos resultados. El pasado 19 de septiembre llegó el primer carguero con inmigrantes que había partido desde el país del mediterráneo oriental, unos buques que no logrado alcanzar las costas italianas desde principios de enero, gracias a la tarea realizada por los guardacostas turcos. El policía transalpino informa que estos buques partían de la costa del país otomano y realizaban la travesía con piloto automático.

En este panel sobre la inmigración irregular en el Mediterráneo también habló Cagim Taskin, agente del servicio de Guardacostas de Turquía, quien ha explicado que desde agosto de 2012 han sufrido un incremento de personas que parten de sus costas hacia Grecia e Italia (en 2012 salieron de sus costas 1.200 inmigrantes y en 2013 la cifra alcanzó las 14.000 personas). La situación social y política de Siria e Irak, principales motivos de este aumento. Taskin habló en su ponencia de cómo el incremento de inmigrantes entre 2013 y 2014 en el Mediterráneo hizo que se rebajara el número de interceptaciones en el mar Egeo. Desde enero de 2015 han rescatado 333 inmigrantes, que se suman a los más de 700 durante el mes de diciembre de 2014.

El policía turco expuso que han constatado que los inmigrantes parten de sus costas en lancha y que en alta mar estos cambian a barcos de mayor tamaño, como los mercantes que hasta enero estaban llegando a Italia. Ante esto, cuentan con un operativo formado por dos barcos, 900 tripulantes, radares móviles, 20 barcas, aparte de helicópteros y aviones, que les ha permitido incluso actuar en costas de otros países, como en el rescate del Haj Zaher, en la costa de Chipre.

Por tanto, la solución que se dio para hacer frente a esta situación alarmante es la cooperación entre los países del norte de África y del sur de Europa. Así lo entiende el Teniente General Martín Alonso, Jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, quien recordó que en Canarias, durante la crisis de los cayucos alcanzaron el Archipiélago 31.678 inmigrantes en todo el 2006. Ese mismo año comenzó la misión europea Frontex que ha permitido rebajar este número, alcanzado los 288 inmigrantes en 2014. Alonso recuerda que esta cooperación pasa por el refuerzo de los medios para controlar las costas de Senegal, Marruecos, Mauritania, Cabo Verde y Gambia, aparte del trabajo de equipos conjuntos en la costa y el interior de estos países. Probablemente la situación que vivió las Islas y la comparación con la actualidad sirva de precedente para los más de 30 miembros de países europeos y africanos que se reúnen estos tres días en la capital grancanaria. De momento este 2015 ya lo señalan como el peor año de la década en cuanto al número de inmigrantes porque con toda probabilidad se superarán la cifra de 260.000 personas llegadas a Europa en 2014.

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