El Premio Nacional Vicente Ferrer 2022, que otorga la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo ha reconocido a dos centros educativos de Canarias; el IES En Altavista, de Arrecife (Lanzarote) y el CEIP Camino Largo, de San Cristóbal de la Laguna (Tenerife).
En un comunicado, el Gobierno regional ha explicado que en esta edición se ha distinguido a 15 centros educativos españoles que durante los cursos 2020-21 y 2021-22 han desarrollado acciones, experiencias educativas o propuestas pedagógicas destinadas a sensibilizar, concienciar, desarrollar el espíritu crítico y fomentar la participación activa del alumnado para lograr una ciudadanía global, solidaria, y comprometida con la Agenda 2030, la erradicación de la pobreza y sus causas y el desarrollo humano y sostenible.
Aquí, el instituto de Lanzarote presentó el proyecto Programación de nivel para la mejora del éxito educativo, una estrategia de coordinación del profesorado para fortalecer el centro como un entorno seguro, saludable, acogedor e inclusivo, donde enseñar, aprender y convivir con uno mismo, en sociedad y con el planeta.
Esta organización persigue el diseño de proyectos trimestrales conjuntos de las diversas materias del nivel, así como la detección de las principales barreras que impiden el aprendizaje del alumnado, para encontrar soluciones junto a las familias.
La iniciativa utiliza como base los aprendizajes vinculados al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como herramientas formativas para mejorar el éxito escolar y luchar contra la mayor causa de pobreza y exclusión social: el abandono escolar. Esta práctica educativa se inició durante el curso 2020-21 en el nivel de 1º de la ESO y se ha extendido desde 1º a 3º de la ESO en el actual periodo lectivo.
Por su parte, el CEIP Camino Largo ha obtenido este galardón gracias a su proyecto Solidaridad y Sostenibilidad, en el que han reunido todas las acciones vinculadas a estos dos valores, en los que el centro ya estaba involucrado.
Del conjunto de actuaciones destaca la estrecha relación que su alumnado mantiene con el hogar de la tercera edad de la localidad, a través de visitas semanales de lectura y acompañamiento, entrega de regalos navideños o excursiones compartidas, entre otras actividades intergeneracionales.
Asimismo, el colegio mantiene su calificación de 'centro de residuos 0' gracias a la colaboración de las familias, que han sustituido los envases, tetrabriks y plásticos de un solo uso de los desayunos por cantimploras y tarteras, con el consiguiente ahorro de esos materiales