Que la educación es la única herramienta que existe para salir de la situación de pobreza o precariedad es una frase que se ha repetido durante generaciones en Canarias, la comunidad que en los años 60 ya presentaba una tasa de alfabetización muy inferior comparada con el resto de comunidades autónomas. Desde entonces, aún se mantiene la brecha educativa entre las Islas y otras regiones. Mientras otras comunidades han ido mejorando, el Archipiélago se ha quedado estancado en numerosos indicadores: escasez de plazas de educación de cero a tres años, insuficiente número de docentes o una de las peores tasas de escolarización a partir de los 17 años. Sin embargo, se trata de una situación que no puede entenderse sin conocer el contexto de esta comunidad y su punto de partida.
Los docentes y profesionales que componen la plataforma por el 5% en Educación tienen claro que el grave atraso que experimenta Canarias con respecto al resto de autonomías tiene un claro culpable: la falta de financiación y de una apuesta decidida por la educación pública por parte de quienes hasta ahora han gobernado las Islas. La Ley Canaria en esta materia especifica que en el año 2022 debe alcanzarse un presupuesto que destine el 5% del PIB a esta área y que, para lograrlo, se deberán realizar aumentos progresivos, que permitan ir sumando docentes a la plantilla además de otros recursos. Actualmente, apenas se destina el 3,6% del PIB (1.713 millones de euros) para una población que supera los dos millones de habitantes. La media del conjunto del país destina el 4,2% de su PIB al gasto educativo.
El último informe PISA ya reflejaba que los canarios y canarias tienen un peor resultado académico por el contexto en el que viven. El entorno socioeconómico de las familias es clave por las expectativas que se proyectan en los hijos. Así también lo defiende esta plataforma en su último estudio sobre la brecha educativa en Canarias. “Somos una comunidad con una renta baja, una población adulta con déficits formativos y una población joven escasamente formada y con altas tasas de paro”, afirma el informe. Sobre ello también ahonda la profesora ya jubilada e integrante de este colectivo Isabel Gómez, que afirma que normalmente es la madre la que tira de los hijos para que asciendan socialmente y “si se tiene pobreza educativa no se puede tirar de los hijos”. En este sentido, también alude al informe sobre pobreza impulsado por Cáritas, donde se afirma que el 29% de la población canaria se encuentra en riesgo de exclusión social y que en las Islas la pobreza se cronifica más en el caso de las mujeres. Para salir de esta situación, la docente insiste en que “invertir en educación hoy es garantía para mañana”. Y es que, el hecho de tener peor nivel de formación, condena a trabajos más precarios.
El Archipiélago precisa de 270 millones de euros más con los que se puedan suplir las carencias de la educación pública. Se trata de un compromiso que ya adoptó el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), en su discurso de investidura. De momento, entre las primeras medidas de este curso se encuentra la convocatoria de listas para cubrir plazas de profesorado después de que hayan recuperado las horas lectivas, de 20 que estaban impartiendo desde que empezara la crisis hasta las 18 que han recuperado este curso. La docente Isabel Gómez recuerda que esta comunidad genera riqueza suficiente para poder conseguir el propósito de mejorar la dotación presupuestaria para esta área.
Canarias presenta un atraso en 24 indicadores educativos
De un total de 28 indicadores analizados por la plataforma, han podido constatar con datos oficiales que en 24 de ellos las Islas presentan un auténtico retraso. En los puestos más alejados se encuentra precisamente la escolarización de cero a tres años, en la que Canarias ocupa el puesto número 13 del ranking. Solo el 16,8% de los niños y niñas que se encuentran en esa franja de edad están escolarizados en las Islas, y de ellos solo el 5% se corresponde con escuelas públicas. Mientras, la media española ronda el 38%, a pesar de que las recomendaciones europeas insisten en que este porcentaje se amplíe. En referencia a los recursos que destina el Gobierno, Canarias tiene un 14,2% menos de profesorado con respecto a la media del país por cada mil alumnos. Ocupa la posición número 15 en este indicador, según el estudio, mientras que el gasto público por alumno también es 629 euros inferior.
Este panorama arroja como resultado que también exista en las Islas una de las tasas más bajas de escolarización a partir de los 17 años (en la que ocupa el puesto 16 en el ranking), así como de graduados en ESO (el puesto número 13). La tasa de abandono escolar temprano, que afecta a personas de entre 18 y 24 años se sitúa en un 20,9%. Precisamente, para combatirlo, el Consejo General de Empleo del Gobierno de Canarias ha aprobado una serie de acciones para facilitar la inserción laboral de estos jóvenes. Además, en el informe de la plataforma se recoge que “si tenemos en cuenta que el nivel formativo de las generaciones anteriores, esto condiciona fuertemente los resultados educativos de las generaciones siguientes y Canarias soporta un importante lastre, ya que el nivel de formación de la población adulta (de 25 a 64 años) es muy inferior al del resto de comunidades autónomas”. En el informe PISA constantemente se detalla este hecho, a mayor nivel educativo de los padres, mejores resultados se suelen apreciar en los hijos.
Aunque el estudio también alude al informe Desigualdad territorial en Educación y gestión de las competencias de las comunidades autónomas de FIDEAS, en el que se aprecia una mejoría de la educación en Canarias, la plataforma por el 5% matiza que el Archipiélago lo hace a un ritmo mucho menor que el resto de las autonomías. Por ello, piden una “urgente política educativa que acelere la mejoría de la Educación en Canarias y la sitúe en la senda de aproximarse de forma sostenida al resto de comunidades”.
El colectivo también compara la situación de Canarias con la de otras comunidades como Extremadura. Según sus datos, esta comunidad adelanta a las Islas en indicadores significativos como: gasto público por alumno (827 euros más), profesorado por cada mil alumnos (22 profesores más), escolarización de menores de 3 años (9% más), tasa de idoneidad a los 15 años (4% más), tasa de graduación en la ESO (8% más) y tasa de escolarización a los 17 años (4% más). “No sólo ha superado ampliamente a Canarias, sino que ha superado la brecha educativa que le separaba del resto de CCAA. Resulta paradójico que la comunidad con menos renta per capita del Estado, sea la que mayor esfuerzo financiero realice con su educación”, destaca el colectivo.
La plataforma es muy crítica con la fiscalidad de Canarias y explica que Extremadura ha aplicado una fiscalidad “bastante más responsable y progresiva”. En 2019, señala que la contribución fiscal al presupuesto de la comunidad autónoma extremeña estuvo 3 puntos por encima de la canaria. “Eso, sin tener en cuenta las transferencias del estado y otros ingresos, le permitió recaudar 1.409 millones de euros más que nosotros en 2019”. Por ello, en el estudio recuerdan que Clavijo, “de forma demagógica e irresponsable, realizó dos rebajas fiscales consecutivas en los ejercicios de 2018 y 2019 que han podido representar una merma de ingresos superior a los 300 millones de euros”.
La docente jubilada Isabel Gómez insiste: “La oportunidad que no te da la vida, te la da la educación” y defiende que la educación pública debe dar respuestas a todas las personas, mejorar sus vidas independientemente de donde partas. La mentalidad y la forma de educar ha cambiado y es necesario atender a toda la diversidad de alumnado que los docentes se encuentran en las aulas. Desde personas con necesidades específicas hasta quienes tienen problemas en su ámbito familiar. Por ello, insiste en que la inversión en educación permitiría bajar las ratios por aula (que depende del centro, pero pueden llegar a los 30 alumnos) para poder recibir una educación de calidad. Sobre el conflicto que se genera cada año con la selectividad canaria, en la que se cuestiona su grado de dificultad, se muestra tajante “no es cierto” y recuerda que los canarios debemos quitarnos ese complejo de inferioridad.