Un 56% de estudiantes de entre 11 y 21 años de Las Palmas de Gran Canaria se siente discriminado por su orientación sexual, tanto si son homosexuales como heterosexuales, y un 38 por ciento reconoce haber sido objeto de burlas, agresiones o insultos por razones de sexo.
Así lo refleja una encuesta realizada este invierno por el colectivo Gamá, con el apoyo de la Concejalía de la Juventud de la capital, entre 604 adolescentes de siete centros de Secundaria, la mayoría con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años.
La psicóloga del colectivo Gamá María José Hinojosa ha resaltado que este estudio, “Actitudes ante la diversidad sexual de la población adolescente de Las Palmas de Gran Canaria”, es el primero que se lleva a cabo en la capital grancanaria y desvela que existe un alto porcentaje de estudiantes que aún no acepta a las lesbianas, gais, transexuales o bisexuales.
Hinojosa ha destacado que un 21% de los alumnos encuestados refiere haber presenciado insultos, burlas o agresiones, un 23 % haberlas recibido y que, dentro de estos últimos, un 4% asegura haber recibido palizas y un 3 % haberlas dado, un dato que para Gamá resulta “escalofriante” por tratarse de centros escolares.
El estudio, que se ha llevado a cabo entre los meses de noviembre y marzo, refleja como dato positivo que un 8 % de estos jóvenes reconoce una orientación no heterosexual, lo cual es significativo porque se asemeja al porcentaje del 10 % de las estadísticas que se efectúan en la población en general, según Hinojosa.
Para esta psicóloga, este dato constata que la diversidad está “muy presente en las aulas” y que, con el tiempo, cada vez será más visible, aunque muchos de estos jóvenes no la exteriorizan, pues el 26 % de los que reconocen que sí son homosexuales no lo revela por miedo al rechazo o por vergüenza.
La psicóloga, junto a las trabajadoras sociales de Gamá, Esther Martínez y Jenifer Nievara, que también han participado en el trabajo, han hecho hincapié en el desconocimiento que existe por parte del profesorado de la realidad que se vive en las aulas y en la falta de referentes positivos, así como en la necesidad de formar a los jóvenes en la diversidad como un derecho.
En este sentido, Hinojosa ha subrayado que es imprescindible la implicación de Consejería de Educación, porque se trata de una realidad que se puede prevenir, aunque no es fácil acabar con la homofobia, un problema que, al igual que el machismo, se produce en toda la escala social y se silencia.
La psicóloga ha reconocido el avance que se ha producido en términos jurídicos y en la protección hacia estas personas, si bien queda mucho por hacer para conseguir el reconocimiento social de la diversidad.
Así mismo, ha comentado que los jóvenes se sienten más seguros en los centros educativos porque, según la encuesta, el 43 por ciento considera que la sociedad trata peor la diversidad sexual frente al 33 por ciento que cree que el trato es injusto en los institutos.
También ha hecho hincapié en que, al comparar este estudio con los que se llevaron a cabo en centros educativos de Coslada (Madrid) y de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) en 2006, que fueron los primeros que se efectuaron en España, la situación no ha variado mucho entre los adolescentes.
La mayoría de los adolescentes encuestados entonces y ahora respeta la diversidad sexual, pero aún un alto porcentaje no la acepta, lo que origina agresiones psicológicas y físicas, según Hinojosa, quien también ha alertado de que el 38 por ciento de los jóvenes que sufren acoso se plantea el suicidio, según el estudio que llevó a cabo en 2012 la federación estatal de colectivos LGTB.