Ante la celebración el 1 de octubre del Día Internacional de las Personas Mayores, los representantes de las asociaciones de jubilados y pensionistas denuncia que el 65 por ciento de los pensionistas reciben ingresos por debajo de los 700 euros, cuando el umbral de la pobreza para un hogar de dos adultos se fija en 735 euros, situación en la que se encuentran unos 2,7 millones de pensionistas.
De la misma forma, los firmantes del manifiesto aseguran que los hogares de miles de personas mayores son inadecuados y necesitan reformas para adecuarse a las condiciones de salud y movilidad de sus inquilinos: “aseos y duchas adaptadas, barras en los pasillos, espacios suficientes para personas con sillas de ruedas o andadores...”. Además, añaden que “la Ley no defiende a estas personas que se ven abocadas a las decisiones de los vecinos que tienen a menudo intereses distintos”.
Para solventar estas deficiencias las asociaciones proponen la elevación progresiva de las pensiones hasta que no quede ninguna por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el establecimiento de un plan estatal de adecuación de viviendas de personas mayores.