Un jurado entre homicidio intencionado o involuntario

Efe

Un tribunal jurado deberá decidir si la muerte de un joven apuñalado por un primo suyo un año atrás en la zona de Marpequeña de Telde, en Gran Canaria, fue un homicidio intencionado, como sostiene la fiscalía, o involuntario y en legítima defensa, como afirma su defensa, en un juicio iniciado este martes.

La vista del caso, programada en la Audiencia Provincial de Las Palmas desde la mañana de este martes hasta el viernes, se ha puesto en marcha con el interrogatorio al acusado, José Carlos G.A., quien ha reconocido que en la tarde noche del 29 de diciembre de 2012 apuñaló a su primo Simón Nauzet H.A. causándole una herida en el corazón que determinó su fin, pero asegurando que no era su intención matarle.

Frente a la versión del Ministerio Fiscal, en cuyo escrito de acusación se señala que el enjuiciado, que había discutido momentos antes con su primo tras acusarle de robar un termo de su propiedad, “tomó la firme determinación de acabar con la vida de su primo” y para ello “cogió un cuchillo de cocina de su vivienda” y “lo escondió entre sus ropas”, ha declarado que el arma no era suya.

“Yo no llevaba el cuchillo, estaba en el suelo”, han sido las palabras del acusado, que ha dicho que el arma debió llevarla el propio fallecido al lugar de la pelea mortal, que se desarrolló a las puertas de un edificio de varias plantas en el que se ubicaban tanto su vivienda como la de su primo, y que él la cogió durante la reyerta para tratar de defenderse.

Tras lo cual abandonó el lugar de los hechos acompañado de su madre, junto a la que fue localizado mientras ambos merendaban en una churrería por policías que investigaban el suceso y que contactaron con él por teléfono tras dar con el novio de su progenitora, que residía también en Marpequeña y se ofreció a llamar al móvil de su pareja.

Algo que ha rememorado este martes uno de los agentes de la Policía Nacional que intervino ante los hechos y que fue el que finalmente habló con el acusado, que ha dicho que le contestó “en actitud bastante agresiva”, dirigiéndole frases como “¿qué quieren ustedes de mí?” o “¡estoy comiendo churros, no me molesten!”.

Conminado a entregarse, el joven acabó por presentarse en la comisaría más cercana pero una hora más tarde y después de que le hicieran una segunda llamada telefónica, en vista de su demora, según ha declarado otro agente citado para testificar en el juicio.

Las afirmaciones hechas en él por el acusado han sido rechazadas por el representante del Ministerio Fiscal, que ha insistido en que las pruebas recabadas en torno a lo ocurrido demuestran que “tenía intención de matar, porque el cuchillo lo dirigió al corazón” y no a otra parte del cuerpo de Simón Nauzet, de 21 años, que acabó falleciendo en un centro de salud una hora más tarde.

“Luché por mi vida”

José Carlos G.A., que asestó una segunda puñalada a su primo, esta en el costado, ha reiterado, por su parte, que la víctima mortal fue quien inició la reyerta y que él solo “hizo lo que tenía que hacer para quitárselo de encima”.

Y es que, según su relato, aunque fue él quien primero había ido en busca de Simón Nauzet a su casa al sospechar que le había robado el termo, no consiguió encontrar al finalmente fallecido y fue este quien más tarde salió a su encuentro, provocando un enfrentamiento primero que se saldó con una pelea a puñetazos en la que ambos acabaron rodando por las escaleras, y volvió a esperarle más tarde.

“Cuando bajé ya me estaba esperando fuera y empezó a golpearme otra vez”, de tal forma que “sentí que me iba a matar”, ha dicho. Agregando: “Es que no podía quitármelo de encima, luché por mi vida”.

El juicio contra José Carlos G.A. proseguirá mañana con las declaraciones de varios testigos citados en el proceso que se sigue contra él, tras las cuales está previsto que se presenten también pruebas periciales y otras antes de que el jurado deba pronunciarse sobre si el joven es o no culpable de un homicidio intencionado por el que, en su caso, se pide que se le condene a 15 años de cárcel.