La erupción volcánica sigue su curso en La Palma y la lava, procedente de cinco focos de emisión, afecta ya a 901 hectáreas y 2.146 construcciones, 9,3 y 3 más que en la última actualización del programa europeo 'Copernicus'. Estos datos hacen referencia a primera hora de la mañana del pasado sábado.
Asimismo, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha advertido este lunes de un colapso parcial del cono volcánico que ha dejado expuesta una colada de lava.
El último informe del Departamento de Seguridad Nacional recoge que tras la reconfiguración del cono volcánico de este fin de semana se ha generado una nueva colada en dirección sur, que discurre paralela a una de las primeras lenguas.
El resto de coladas mantienen la carga de lava con un aporte de flujo que discurre por tubos lávicos que alimentan, tanto la colada primigenia (que formó el delta lávico), como dos de las situadas al norte, una, la próxima a la montaña de Todoque y la otra, en La Laguna.
Hasta este domingo la anchura máxima entre los puntos extremos de las coladas se mantiene (2.900 metros).
Asimismo, se produjo un aumento de la sismicidad intermedia y profunda, con elevación de las magnitudes en la zona intermedia.
La inversión térmica por encima de los 1.500 metros está favoreciendo la dispersión de gases en Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte y la concentración de partículas finas también ha mejorado tras la finalización del episodio de aire subsahariano.
En cuanto al penacho de cenizas y SO2, su disposición actual suroeste supone un escenario favorable para la operatividad de los aeropuertos canarios.