Un total de 110 víctimas de lesiones medulares de todo el Estado, algunos de ellos canarios, producidas en accidente de tráfico y obligados por ellos a utilizar sillas de ruedas colaborarán con la Guardia Civil de Tráfico en la próxima campaña de controles de alcoholemia de la DGT, que se desarrollará entre el 4 y el 17 de junio. Estos voluntarios pertenecientes de la Asociación de Lesionados Medulares (Aspaym) harán labores de concienciación con los conductores que den positivo, con el lema No corras, no bebas, no cambies de ruedas.
La DGT llevará a cabo al menos 200.000 pruebas de alcoholemia, a razón de unas 15.000 diarias, aunque los voluntarios de Aspaym no estarán presentes en todas, sino en algunos de puntos estratégicos en Asturias, Galicia, Valencia, Murcia, Madrid, Canarias, Baleares, Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla León, con el objetivo de evitar más víctimas del “terrorismo salvaje de la carretera” y “demostrar a la gente que esto es algo más de lo que se ve en televisión, aunque siempre se piensa que le va a ocurrir a otro y nunca que puede ser uno mismo el que esta noche esté en el hospital”, dijo este jueves el presidente de Aspaym, Alberto de Pinto, que compareció en conferencia de prensa en Madrid con el director general de Tráfico, Pere Navarro.
Esta intensificación de las pruebas de alcoholemia se engloba en una campaña europea promovida por Tispol, la Red Europea de Policías de Tráfico, de modo que los test también se llevarán a cabo en los países vecinos en esas mismas fechas. Estos controles se realizarán a cualquier hora del día, pero con especial hincapié entre las 15.00 y las 17.00 horas y por la noche, y con más presencia en las cercanías de zonas de restauración y ocio.
Navarro destacó la importancia de la colaboración de los voluntarios con lesiones medulares, admitiendo que en los mensajes de la DGT hasta el momento “nos hemos centrado mucho en los muertos” y ahora se pretende hacer hincapié en los heridos, con la credibilidad que aportan las víctimas de los accidentes.
La mitad de las lesiones medulares están producidas por accidentes de tráfico y el 85% de las víctimas son varones, de los que seis de cada diez tienen entre 15 y 30 años.
“Queremos transmitir la idea de que jóvenes, pero sobre todo alcohol y velocidad, es hacer oposiciones al Hospital Nacional de Parapléjicos o a las unidades especiales de lesiones medulares. No pretendemos atemorizar a nadie, pero esto es la realidad”, aseguró De Pinto. “No queremos más socios que provengan de accidentes de tráfico”, agregó.
El presidente de ASPAYM reclamó que la seguridad vial se estudie en las escuelas desde los 3 años y reclamó que se impongan “penas sociales” a los infractores, que se sumen a las administrativas, civiles o penales que se deriven de su actuación.
“Yo no había bebido hace 35 años, pero ojalá me hubiesen puesto una multa de 1.800 ó incluso 3.000 euros y una pena de trabajo en una ONG durante todo el verano, porque probablemente yo no estaría hoy en una silla de ruedas”, manifestó De Pinto.
Pruebas de sangre
Durante el año pasado 4.104 personas murieron en accidentes de circulación y otras 21.000 sufrieron heridas graves. El 30% de los conductores fallecidos -el 12% en caso de los profesionales- presentaba alcohol en sangre, al igual que la mitad de los implicados en los siniestros que se produjeron entre las dos y las siete de la madrugada.
La intensificación de los controles de tráfico está acompañada, como es habitual, de una campaña de anuncios en medios de comunicación con el lema La única tasa segura es 0,0, para transmitir la idea de que “no se trata de superar el límite legítimo como de que si bebes alcohol no conduzcas”, indicó Navarro, rechazando que se esté planteando una reducción de la tasa de alcoholemia.
Respecto a la polémica sobre el anuncio hecho días atrás para que se promuevan reformas que permitan hacer pruebas de alcoholemia y otras drogas a los conductores heridos en accidentes de tráfico e ingresados en un centro hospitalario, sin necesidad de una autorización judicial previa, Navarro quiso hacer una matización, opinando que ha podido trascender el mensaje de que “Tráfico nos quita los puntos, nos quita el carné y ahora nos quiere quitar la sangre, cuando no es eso”.
Las pruebas de sangre son una “información básica”, según Navarro, pero sólo se pueden hacer con el consentimiento de los hospitalizados, y las dificultades para obtener las autorizaciones llevó a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha hacer esta propuesta, que ya es una realidad en otros países y que, a juicio de Navarro, “es la asignatura pendiente para homologarnos con Europa”.
En cuanto al retraso de la reforma del Código Penal, Navarro restó importancia asegurando que “lo importante es que salga” y opinando que “la pelota está ahora en el ámbito de los partidos políticos”. Recordó que una encuesta de la DGT desveló que el 97% de los españoles está de acuerdo con que se hagan más controles de alcoholemia, mientras que el 72 por ciento aprueba que conducir con más del doble de la tasa legal de alcohol en sangre esté considerado un delito. Por el momento, España ha duplicado el número de test de alcoholemia desde 2002, pasando de 1.900.000 a 3.860.000, con una reducción de positivos del 4,3% al 2,4%. “Parece que poco a poco va calando la concienciación de la población”, dijo el director general de la DGT.