Tras cinco días de búsqueda, los cuerpos de Edgar Bethencourt y Alejandro de Yrisarri han sido encontrados sin vida en la zona de Tamadaba tras sufrir una caída por una ladera. Su localización se hizo posible gracias al geoposicionamiento obtenido tras la intervención de sus teléfonos móviles decretada por la juez de instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria.
Los dos jóvenes de 30 años partieron en la mañana del pasado lunes para hacer senderismo en la zona de la cumbre de Gran Canaria y, tras ser vistos por última vez en Artenara, desaparecieron. Se llevó a cabo un amplio dispositivo de búsqueda formado por la Guardia Civil, efectivos de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, el 112, la Policía Canaria, los Giors y sus familias, el cual ha estado buscando durante cinco días.
Las tareas de localización pudieron centrarse en Artenara y alrededores, pero lo que finalmente permitió dar con ellos fue la intervención de sus teléfonos móviles. La familia facilitó los números al poner la denuncia y posteriormente la juez Ana de Vega permitió intervenirlos para localizarlos por geoposicionamiento.
Edgar Bethencourt y Alejandro de Yrisarri se precipitaron al vacío en una zona escarpada y de bosque, lo que dificultó las tareas de rescate. Quedaron enganchados en matorrales a mitad de caída, por lo que tuvo que intervenir un helicóptero y bomberos del Consorcio de Emergencias.
Al hallarse los cuerpos sin vida de los jóvenes en la zona de Tamadaba, los Juzgados de Guía se harán cargo del caso.