Canarias estrena curso escolar con nuevas ratios y criterios para incorporar plantilla de atención a la diversidad. Este miércoles, la Consejería de Educación ha publicado el documento consensuado con los sindicatos que materializa dónde irán destinados los 1.600 profesores y profesoras que se anunció que se incorporarán al sistema en septiembre. La ratio de 27 alumnos y alumnas por aula se consolida en primero de ESO y este año se aplicará también en segundo, donde hasta ahora el tope máximo era de 30. Además, en los dos cursos de Bachillerato se reduce del máximo de 35 a 30 estudiantes por aula. En el documento, no obstante, la Consejería se compromete “a estudiar la viabilidad de consensuar un calendario plurianual” que permita ir reduciendo el número de alumnos por aula, tal y como han venido solicitando los sindicatos.
ANPE realizó una propuesta el pasado año en este sentido, y STEC-IC también remarcaba la necesidad de que quedara constancia del compromiso de seguir bajando ese número de alumnado en tercero y cuarto de ESO. En cuanto a ratios, el documento publicado en el BOC de este miércoles también se señala que el tercer ciclo de Educación Primaria no tendrá grupos mixtos, mientras que en los dos próximos cursos se irán suprimiendo también esos grupos mixtos en el resto de niveles. En este apartado, detalla que “al menos el 50% del horario disponible de carga lectiva se utilizará para la cobertura de bajas de corta duración”.
Otro aspecto celebrado por la comunidad educativa es que se ha acordado la aplicación de un nuevo catálogo para la determinación de las plantillas correspondientes al Cuerpo de Maestros. Así, se destaca que el horario lectivo en centros de Educación Infantil y Primaria se reduce en dos horas a partir del curso 2022-2023, pasando de 25 a 23 horas lectivas. Este tiempo pasará a ser considerado como complementario, y por tanto, “de obligada permanencia en el centro”, pero se destinarán a actividades de coordinación de carácter pedagógico, así como al desarrollo y seguimiento de los proyectos educativos que cada centro lleve a cabo y que se reflejarán en el proyecto de gestión del centro.
En el apartado del catálogo, se establecen otras cuestiones como el hecho de que las unidades de Educación Infantil serán dotadas con un tutor o tutora por grupo. “Cuando el número de unidades sea de cinco o más, se dotará de un profesor o profesora, adicional, especialista en educación infantil, que ejercerá funciones de apoyo en esta etapa, preferentemente”, añade. Ese profesor adicional deberá deberá tener también la especialidad en idioma extranjero: inglés, o tener el certificado B2 o superior.
Atención a la diversidad
En los últimos años, se ha puesto de manifiesto la necesidad de aumentar la plantilla de orientadores en Educación. Según el documento publicado, la relación será de un profesional de la orientación por cada 400 estudiantes desde el segundo ciclo de Infantil y Primaria, en CEIP, CEP y EEI. No obstante, si “en el cálculo realizado para determinar el número de orientadores que corresponde, el resto es mayor de 250, se añadirá un orientador más a tiempo completo”.
En los Institutos de Enseñanza Secundaria (IES), habrá un orientador u orientadora en centros con más de 275 estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato y Formación Profesional (FP).
En la especialidad de Pedagogía Terapéutica, el número de especialistas será de uno cuando el número de grupos se encuentre entre ocho y 16; dos, si está entre 17 y 25, y tres, cuando sean más de 25. En los IES, habrá un especialista cuando haya cuatro o más grupos de 1º y 2º de ESO.
En el caso de Audición y Lenguaje, la relación será de una o un profesional por cada 300 alumnos o alumnas en conjunto de Infantil y 1º y 2º de Primaria, y a los centros con 27 o más unidades de Infantil y Primaria les corresponderá un maestro o maestra en la plantilla.
El reto de reducir las desigualdades
La Consejería detalla que con “el fin de compensar las desigualdades en los centros con indicadores socioeconómicos y culturales más desfavorables en los centros públicos no universitarios, las dotaciones de recursos humanos se verán incrementados”. Lo harán atendiendo a criterios como el Índice Social, Económico y Cultural (ISEC) de la última evaluación de diagnóstico llevada a cabo en cada centro educativo público no universitario por la Agencia Canaria de Calidad y Evaluación Educativa (ACCUEE), un criterio que será revisado cada mes de junio.
En Infantil y Primaria, los centros con un ISEC menor a 450 tendrán una dotación adicional de 2 horas lectivas por grupo. En Secundaria, los centros con una ratio mayor de 20 estudiantes (considerando que alumnado con Especiales Condiciones Personales e Historial Escolar se cuenta como dos alumnos ) y con un Índice Social, Económico y Cultural (ISEC) menor a 450, tendrán dotaciones adicionales de profesorado que puede ir de uno a tres más según el número de grupos.
Seguir reduciendo las ratios
Los partidos de la oposición y los que componen el Gobierno de Canarias han promovido en el Parlamento una moción para bajar las ratios en Canarias. El Consejo Escolar de Canarias destacaba precisamente en su Informe sobre la programación general anual de las enseñanzas para el próximo curso del pasado 15 de julio que incrementar la inversión educativa es clave para poder lograr la bajada de ratios que concluye que es necesaria para mejorar la calidad educativa. Algunos partidos como Coalición Canaria ven estas ratios aún insuficientes.
El acuerdo detallado ya en el BOC, fue ratificado por ANPE Canarias, el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC-IC), Docentes de Canarias-Insucan (DCI), Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Canarias (CCOO Canarias), USPS-SEPCA (Unión Sindical de Profesores de Secundaria-Sindicato de Empleados Públicos de Canarias) y UGT-Servicios Públicos Canarias. Todas las fuerzas sindicales han insistido en esa necesidad de ir rebajando el número de alumnado por aula.
“Preferiríamos que la rebaja de las ratios fuera más notable, pero consideramos que, gracias a la negociación sindical, se da un paso muy importante en esta dirección”, apuntó entonces el sindicato ANPE. Desde STEC-IC recordaron que a última encuesta de población activa de la EPA ya indicó que el porcentaje de abandono escolar temprano había caído al 11%, “incluso por debajo de la medida estatal, algo que no se veía en décadas”, una cuestión que relaciona con la disminución de ratios en la pandemia.