Cerca de 450 niños y adolescentes de Tenerife acogidos en centros de protección participan durante los meses de julio y agosto en un programa de actividades en el que se incluyen actos culturales y deportivos, de conocimiento del entorno, de convivencia y de contacto con la naturaleza.
Así lo indica en un comunicado el Cabildo de Tenerife, que desarrolla, a través del Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria, este conjunto de actividades destinados a los menores desamparados.
Según la consejera del área de Bienestar Sociales del Cabildo, Cristina Valido, el ocio y el tiempo libre es un elemento fundamental para lograr el desarrollo integral del menor.
Las acciones que se llevan a cabo consisten, fundamentalmente, en la celebración de campamentos, talleres, excursiones, deportes, juegos, y en actividades de formación y de convivencias, con el fin de modificar las rutinas de la vida diaria de los menores.
Los objetivos principales del proyecto se centran en favorecer la integración social de los menores y consolidar su educación individualizada, según señala la nota.
Asimismo, se busca garantizar un adecuado desarrollo afectivo y mejorar sus hábitos de relación, y estimular su participación en otros contextos de desarrollo y enseñarles a asumir reglas y adquirir responsabilidades con el fin de que tengan la oportunidad de descubrir los aspectos positivos que este tipo de actividades conlleva.
En los meses de julio y agosto se llevan a cabo visitas a lugares de interés en diferentes puntos de la isla, excursiones por distintos municipios, y la participación en campamentos.
Además los menores asisten a cursillos de natación y a la Escuela Rural Madre del Agua, y realizan talleres de francés, intervención especializada, psicomotricidad, pasta de sal, pintura de dedos, barro, juegos al aire libre, manualidades y taller de agua.