Alejandro del Castillo Bravo de Laguna, noveno conde de la Vega Grande, ha fallecido este sábado en Las Palmas de Gran Canaria a los 90 años, víctima de una afección cardiaca. Se le considera precursor del turismo en el sur de la isla de Gran Canaria gracias a la iniciativa que tuvo de promover en 1962 un concurso de ideas para explotar bajo la marca Maspalomas Costa Canaria -aún en uso en San Bartolomé de Tirajana- las amplias extensiones de suelo que la familia obtuvo tras la Conquista.
Viudo de María Luisa Benítez de Lugo y Massieu, marquesa de Arucas, fallecida en 2018, Alejandro del Castillo fue un empresario muy activo porque, además del sector turístico, tuvo responsabilidades en Cementos Especiales de Arguineguín, Comasa (promoción inmobiliaria) y Bhasa, entre otras compañías. Además, fue muy activo en el mundo cultural, donde llegó a ocupar la presidencia de la Asociación de Amigos Canarios de la Ópera.
El Condado de la Vega Grande y Guadalupe fue establecido en 1777 por el rey Carlos III. Su primer titular fue Fernando Bruno del Castillo Ruiz de Vergara. Tras este fallecimiento, el título recae en el mayor de sus cinco hijos, Alejandro del Castillo y Benítez de Lugo.
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