La playa de la Lajilla, conocida también como Costa Alegre, situada en el municipio grancanario de Mogán, permanece cerrada tras detectarse contaminación fecal. El Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño, dependiente del Ministerio de Sanidad, publicaba en su web hace unos días que estaba totalmente prohibido el baño en la zona, después de descubrir en los análisis realizados en sus aguas la proliferación de la bacteria Escherichia coli (E.coli).
Nueva Canarias ha asegurado a través de un comunicado que fuentes de Salud Pública informan de que los parámetros de la bacteria “estaban disparados, ya que, siendo lo normal la presencia en menos de 100 unidades por cada 100 mililitros, los análisis revelaron que la concentración de la bacteria era de 6.000 unidades por cada 100 mililitros.
Además, el partido explica que esto no es un hecho aislado, “ya que el mismo Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño, lanzó el mismo aviso el 20 de abril de este mismo año”, en el que se advertía la detección de una posible contaminación microbiológica del agua de la playa de la Lajilla.
Según afirma Salud Pública, una de las posibles causas que originan este incremento de bacterias que producen la contaminación fecal del agua, “es la dificultad con la que se regenera el agua”, un hecho que Nueva Canarias “ya puso de manifiesto tras la finalización de las obras de rehabilitación de la playa”, asegura en el escrito.
Para la agrupación política “es evidente que el proyecto ha destrozado por completo no ya el sistema de regeneración natural del agua, sino la piscina natural de Arguineguín”. Por ello, la edil nacionalista Isabel Santiago reclama que se ejecute un proyecto que permita “solventar este grave problema, que afecta no solo a la imagen turística del municipio, sino lo que es mas importante, pone en riesgo la salud de los usuarios de esta playa”.
“Sin embargo”, continúa la nota, “los errores del proyecto van mas allá de la regeneración del agua, pues en noviembre de 2018 un temporal dejó sin arena a la playa de la Lajilla, lo que puso de manifiesto otras carencias del proyecto, obligando al Ayuntamiento a invertir 60.000 euros, que se suman a los 800.000 euros que costó la ejecución de la obra, para volver a colocar más arena, así como construir una escollera justo a pie de playa”.
El proyecto, redactado por el Ayuntamiento de Mogán y financiado por los gobiernos de España y el de Canarias, “no mejoró el entorno, pues supuso transformar una piscina natural en una playa artificial, que tiene mas parecido con un estanque o una presa que con una infraestructura turística de calidad”, ha aseverado Santiago.