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Los nuevos riesgos que dibuja una alta incidencia de la COVID-19 en Canarias en pleno proceso de inmunización

La llegada de la vacunación ha cambiado la forma de analizar la evolución de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2. Con más del 40% de la población inmunizada, Canarias, al igual que el resto de regiones, ha levantado un pequeño muro de protección frente al repunte de los contagios que se ha originado desde el pasado mes de junio y que afecta, sobre todo, a la isla de Tenerife. La incidencia acumulada (IA) tanto a 14 como a siete días del Archipiélago está actualmente en riesgo alto, pero la ocupación en planta y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) permanece, por el momento, lejos del peligro, y la tasa de mortalidad es baja, algo que no ha ocurrido en las pasadas olas. Sin embargo, esto no significa que este nuevo escenario, donde tiene gran peso la vacuna contra la COVID-19, haya librado de riesgos a la población que contrae la enfermedad.

Mayor afluencia de gente joven en centros de salud

La situación no es la misma que la de hace un año, cuando todavía no se había iniciado la inmunización de la población contra la COVID-19. Más del 60% de la población a vacunar en Canarias ha recibido al menos una dosis, el 77% de los grandes dependientes canarios ya está inmunizado, así como el 87,33% de las personas vulnerables por su edad, no residentes de centros de mayores (el 100% de los residentes en centros están inmunizados). Esto supone un cierto nivel de protección frente a la crecida de los contagios y que no haya un colapso en la atención sanitaria hospitalizada. Ahora bien, hay otros centros que sí están notando este repunte de la incidencia. María del Mar Tavío, catedrática en Microbiología por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), explica que los nuevos casos, al darse en población más joven, sí están produciendo una cierta saturación en los centros de salud. Por ello, considera “importante” que las islas con mayor incidencia ya hayan iniciado esta semana la inoculación de las dosis a la población de entre 20 y 29 años.

Por otro lado, la experta resalta que aunque los nuevos casos se estén dando en gente más joven, población que mayoritariamente es menos vulnerable frente a la enfermedad generada por el coronavirus, “no significa que no haya personas menores de 40 que sí puedan mostrar una mayor vulnerabilidad al virus y que, por tanto, necesiten hospitalización e incluso atención en la UCI”, como ya se ha visto en algunos casos.

Expansión o creación de nuevas variantes

La alta incidencia en los colectivos de menor edad supone, a su vez, la expansión de las nuevas variantes del virus, como la delta o B.1.617.2, que afecta a más del 9% de los canarios que padecen la infección actualmente y que cuenta con un riesgo añadido: mayor transmisibilidad. La pauta completa de vacunación, como asegura Tavío, “ofrece una inmunidad aceptable para que la enfermedad que se sufre, si se sufre, no sea grave y no suponga hospitalización o fallecimiento”. No obstante, como en todas las situaciones, hay excepciones. “Puede haber jóvenes que sean vulnerables y que, incluso, estando vacunados, su respuesta inmunitaria no sea tan efectiva, por lo que ahí tenemos otro foco de riesgo”, expone la microbióloga.

Asimismo, existe la amenaza de que las personas infectadas puedan desarrollar y ser vectores de otras variantes y que estas sean más resistentes a la vacunación. “Cuanta mayor incidencia tengamos, hay más posibilidades de que vayan apareciendo nuevas variantes del virus”, advierte Tavío, e indica que, precisamente, las últimas variantes, que son más resistentes a la inmunización, han surgido en países o regiones donde la incidencia es alta. La variante delta se originó en India o, por ejemplo, la P.1, en Brasil. Ambos países han tenido, y mantienen, una situación epidemiológica desfavorable y, además, son lugares en donde la vacunación no ha avanzado tanto.

“Es importante el control, no podemos pensar que esto ha acabado. Tenemos un pequeño respiro gracias a la vacunación, pero no nos podemos descuidar, porque esto se puede volver a ir de las manos”, asevera la experta.

Verano, relajación, movilidad

El pasado fin de semana en Tenerife se detectaron más de 100 positivos asintomáticos en un cribado voluntario entre 1.730 personas de 18 a 45 años. María del Mar Tavío explica que este repunte de los contagios en las personas más jóvenes atiende a varios factores. Por un lado, la mayor parte de la población en este rango de edad no tiene la pauta vacunal completa o no ha recibido ni siquiera la primera dosis. Por otro, existen varios agentes sociales que motivan la expansión del virus entre la gente de menor edad. “Estamos en época estival, hay mucha gente joven que acaba de comenzar sus vacaciones porque se han terminado las clases”, lo que da pie al aumento de los encuentros sociales y la movilidad.