El crecimiento de la prevalencia de obesidad mórbida es más rápido que el de la obesidad leve
MADRID, 04 (EUROPA PRESS)
La obesidad mórbida ha aumentado un 200 por cien en España, según un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se publica en la 'Revista Española de Cardiología'. En concreto, en 1993 referían tener esta patología 1,8 de cada 1.000 habitantes, mientras que en 2006 la cifra aumentó hasta 6,1.
La investigación, que ha sido realizada por la Universidad de Navarra sobre los datos de las seis Encuestas Nacionales de Salud publicadas entre 1993 y 2006, concluye además que el crecimiento de la prevalencia de obesidad mórbida es más rápido que el de una obesidad más leve (más del 200 por ciento en obesidad mórbida frente a un 65 por ciento en obesidad).
“La obesidad mórbida se ha disparado más porque los obesos con patología más leve han sobrepasado el límite de la mórbida”, explica a Europa Press el presidente de la SEC, Carlos Macaya, quien advierte de que esta situación es “un grave problema de salud pública”, que, con “toda seguridad” irá en aumento “si no se hacen intervenciones serias”.
Asimismo, el estudio ha desvelado que, aunque siguen siendo las mujeres las que más padecen de obesidad mórbida (6,8 de cada mil mujeres y 5,4 de cada mil hombres) el crecimiento relativo entre los hombres ha sido 3 veces superior.
La obesidad se debe a un “problema educacional y de cultura social”, asegura Macaya, quien alerta de que “la alimentación es muy mala en cuanto a calidad y cantidad”, ya que hay una “clara tendencia a la sobrealimentación y a elegir una dieta basada en carbohidratos”.
“Los hidratos de carbono son la molécula más fácil de quemar, pero si no te mueves y no la quemas se transforma en grasa”, explica el presidente de la SEC que detalla que este tipo de lípidos “son grasas endógenas, producidas por el propio cuerpo”.
Por este motivo, el experto en Cardiología cree que el problema debe tomarse en serio porque, en caso contrario, “no hay duda de que irá en aumento”. En este sentido, Macaya apuesta por “intervenciones a nivel nacional por parte de las autoridades sanitarias para concienciar a la población e incidir en la consideración de este problema como una enfermedad”.
“Los resultados de este estudio obligan a tomar urgentemente medidas preventivas eficaces, ya que nos estamos acercando con demasiada rapidez a las cifras de obesidad que Estados Unidos tenía hace veinte años. En la actualidad, el país norteamericano tiene una prevalencia de obesidad mórbida de entre el 5 y el 6 por ciento de la población. Nosotros por el momento no llegamos al 1 por ciento, pero estamos tendiendo a alcanzar estas cifras en pocos años”, añade el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez.
LAS AUTORIDADES SANITARIAS DEBEN “PONERSE LAS PILAS”
“Las autoridades sanitarias se tienen que poner las pilas en materia de prevención de obesidad. Igual que nos bombardean con otro tipo de imágenes como por ejemplo las del tabaco, que nos bombardeen con este tipo de mensajes”, sentencia Macaya.
Se considera que una persona sufre de obesidad mórbida cuando su Índice de Masa Corporal (IMC) es igual o superior a 40. El IMC es un indicativo del peso de una persona en relación con su altura y se calcula mediante una división entre el peso en kilos y la altura en metros cuadrados.
Así, el IMC “normal” debe situarse por debajo de 25. Cuando se sitúa entre 25 y 30 se habla de sobrepeso y, en el caso de que se cifre entre 30 y 40 se está ante una situación de obesidad leve.
Entre las consecuencias sobre la salud, el presidente de SEC recuerda la “alta morbilidad” de la obesidad con otro tipo de patologías. “La obesidad no sólo produce trastornos cardiovasculares, sino problemas en las articulaciones o en el aparato respiratorio como las apneas”, afirma.