La Asociación Yadey Horizontes Sin Barreras, dueña del columpio adaptado instalado en la playa de Las Canteras, está harta del mal uso que los ciudadanos le dan al único remo de este tipo en el Archipiélago y que fue pagado a través de un crowdfunding solidairo. Denuncian que muchos padres hacen caso omiso a las señales que indican que la instalación es para uso exclusivo de niños en sillas de ruedas, por lo que deterioran la instalación.
Alexis Bethencourt, presidente de la asociación, recuerda que “con mucho sacrificio” la sociedad adquirió el primer columpio accesible para niños con diversidad funcional de Canarias, aunque tardaron en instalarlo por las pegas que le ponían desde el Consistorio. Mientras, Bethencourt recalca que en la ciudad se construían parques para perros. “Teníamos dos opciones, llevar a nuestros hijos a parques para perros o pelear para traer este remo”. Tras “mucho tiempo y sufrimiento” llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento para que, en abril de este año, y después de cedérselo, instalara el balancín a la altura de la calle Gran Canaria.
Bethencourt no sólo alerta del uso incorrecto que se hace de la instalación, sino también de actos vandálicos, a pesar de que tiene hasta siete carteles en los que se explica que es de uso exclusivo para las sillas de ruedas. Así, reitera que el mal uso que le dan los ciudadanos supone un doble peligro, por un lado porque los pequeños que no van en sillas de ruedas y lo emplean se pueden dañar, y por otro porque estropean los componentes del columpio.
Entiende que la única solución posible es realizar una campaña de concienciación en la que se explique el uso correcto del balancín. “Se hacen campañas de bicicletas o del pipican, pero para el primer columpio accesible del Archipiélago canario no se ha hecho absolutamente nada”, sugiere. Además, reclama “consideración” por parte del Ayuntamiento de la ciudad porque instalan parques para perros “pero no para los niños con movilidad reducida”. “Si se le da la igualdad a unos perros entiendo que se le tiene que dar la igualdad a estos niños”, sostiene Bethencourt, quien también apunta que en la ciudad hay más de 150 parques infantiles y ninguno es adaptado ya que en el del Castillo de La Luz, único en la capital con estas características, el 75% de los niños con dificultades físicas no lo pueden utilizar.
Así mismo, afirma que el fabricante del remo pone en la documentación que es de uso individual para sillas de ruedas y su seguridad es única para esto, pero que a la hora de cederle al Ayuntamiento el columpio, la administración puso únicamente “uso prioritario” en lugar de exclusivo. No obstante, llegaron a un acuerdo para subsanar esto. “Ellos le pasarían orden mediante resolución a la Policía Local de la zona para que velara por el cumplimiento del buen uso del mismo, que es el que expone el fabricante”, señala.
“Lo que ocurre es que la Policía Local no corrige esta infracción y está siendo permisivo con el destrozo del columpio, que ya ha tenido varias roturas”, apostilla Bethencourt. Ante esto, han realizado un escrito en el que se insta al Ayuntamiento a proteger el columpio y que se cambie la resolución de uso prioritario a uso exclusivo. “Si en el plazo de un mes no hace nada para protegerlo presentaremos un nuevo escrito para que se retire el columpio y buscaremos otro municipio o se lo cederemos a alguna institución”, advierte.
Un camino de 137 metros
Para acceder al remo los pequeños tienen que recorrer un camino de madera de 137 metros, cuando al lado del balanción hay un parque con acceso directo desde el paseo de Las Canteras. “Con el anterior gobierno se llegó a un acuerdo para poner una rampa de madera, pero lo que hicieron fue poner una pasarela de madera con un recorrido de 137 metros. Ya les cuesta caminar para que encima tengan que recorrer esta distancia”, ratifica Bethencourt, quien siente “vergüenza” cada vez que un niño se desplaza por él ya que parece un entretenimiento para los viandantes del paseo.
A ello hay que añadirle que el sendero de madera, al estar sobre la arena, es inestable y que tampoco tiene rodapiés ni el ancho mínimo recomendado (mide 1,20 metros cuando lo mínimo es 1.50).
Desde el Ayuntamiento el concejal de Transportes y Playas, José Eduardo Ramírez, admite que se está haciendo un mal uso del remo “a pesar de las notificaciones por todas partes” y que entiende la queja de la Asociación, pero que el Consistorio ha reforzado la cartelería y puesto anuncios “hasta en el suelo”, así como solicitado a la Policía Local que pasen más por la zona para que expliquen el uso correcto. Sin embargo, cree que la solución es “difícil” ya que no se puede tener a un agente “las 24 horas del día allí”.
De este modo, Ramírez apela “a la concienciación de la ciudadanía y que los padres transmitan a los hijos que esto no es un remo de uso común sino para estos niños, pero para eso necesitamos la colaboración de todos. El Ayuntamiento puede hacer de su parte, que la Policía pase más veces, que pongan algún tipo de sanción...pero este no es el camino definitivo, al final no deja ser una cuestión de concienciación en la que tenemos que trabajar todos”, dilucida.
Mientras, sobre la campaña de sensibilización que reclama Bethencourt, el concejal de Nueva Canarias apunta esta sugerencia y se compromete a hacerla en la zona, aunque repite que lo que hay que hacer es “apelar a que la ciudadanía se comprometa, sobre todo los padres”.
Por último, sobre el camino de madera, reconoce que tiene una solución más sencilla que pasa por poner una rampa desde el acceso cercano. “Creo que es perfectamente asumible, no lo hemos podido hacer porque teníamos el presupuesto comprometido, pero para el año 2016 no creo que haya problema en acometer esa obra y que tengan una rampa que permita acceder directamente al remo”, comenta.