MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La forma en la que percibimos el movimiento es un proceso mucho más complejo de lo que se pensaba, según investigadores del Center for Neural Science de la Universidad de Nueva York, la Universidad de Stanford y la Universidad de Washington. Los resultados del estudio, que han sido publicados en la revista 'Current Biology', muestran que la relación entre el cerebro y la percepción visual es variable, dependiendo del tipo de movimiento percibido.
Los neurocientíficos habían postulado anteriormente que la percepción del movimiento se deriva de un proceso relativamente simple, es decir, que se basa en una sola área cortical en el cerebro. Esta región, el lóbulo temporal medial (MT, por sus siglas en inglés), tiene un papel bien establecido en el procesamiento de información sobre el movimiento de los objetos visuales. Sin embargo, el alcance de su influencia quedaba menos claro.
Con esto en mente, el equipo de la Universidad de Nueva York examinó cómo el sistema visual procesa dos tipos diferentes de movimiento: el movimiento local, que consiste en el seguimiento de señales que se encuentran dentro de una área pequeña de la retina, y el movimiento global, en el que varios movimientos se integran en áreas más extensas. En concreto, analizaron la actividad en la región MT para determinar si sus neuronas se activan en respuesta a ambos tipos de movimiento.
Los investigadores realizaron experimentos en los que monos macacos y seres humanos visualizaron patrones especialmente diseñados donde la información sobre el movimiento local y global entraba en competición. Los investigadores realizaron mediciones fisiológicas y de percepción de la actividad cerebral.
Los resultados mostraron diferencias notables entre el procesamiento del movimiento local y el global en el funcionamiento del sistema visual. Los científicos observaron que la actividad neuronal en MT estaba controlada por el movimiento local, y no era afectada por el movimiento global. En las mismas condiciones, sin embargo, las respuestas de percepción de los seres humanos se encontraban dominadas por el movimiento global, lo que significa que fueron determinadas por un segundo mecanismo cerebral que codifica el movimiento global, cuya naturaleza se desconoce.
J. Anthony Movshon, director del Center for Neural Science, y autor principal del artículo, afirma que esta investigación abre el camino hacia estudios adicionales: “si bien la comprensión de los detalles de este proceso requiere más trabajo, está claro que la percepción del movimiento no depende de una sola área cortical del cerebro, sino, más bien, refleja la acción y la interacción de múltiples mecanismos”.