Más de 100.000 personas celebraron este viernes a lo largo y ancho del paseo de Las Canteras la noche de San Juan, fecha conmemorativa en 2011 del 533 aniversario de la fundación de Las Palmas de Gran Canaria. Una noche de purificación y ritos en un entorno natural privilegiado al que se sumaron un año más como auténticos protagonistas la música y los fuegos.
El anexo de la Plaza de la Música fue el escenario elegido para el concierto Tropical Noche de San Juan, un acto que se completó con el encendido de la gran hoguera verde pasada ya la medianoche. Sobre el escenario, la música llegó de la mano del grupo ganador del Facefestival 2016, Full & Down, y continuó con el grupo canario revelación de 2010, The Amaroses, ganadores de la pasada edición de La Caja sonora y participantes además en el festival Womad 2010.
Tras los canarios, le tocó el turno a la banda madrileña Dover y a Robert Ramírez. Los primeros presentaron su último disco I Ka Kené, el séptimo álbum de su carrera musical, que estuvo acompañado también de algunos de los temas más emblemáticos del grupo integrado por Amparo Llanos (guitarra y voz), Cristina Llanos (voz y guitarra), Jesús Antúnez (batería) y Samuel Titos (bajo). Robert Ramírez, último de los artistas invitados al concierto Tropical, interpretó sobre el escenario algunos de sus principales éxitos, entre los que se encuentran Sick of love o I'm a Lumber.
En el otro extremo del paseo también hubo música, en este caso folclórica y tradicional. Un escenario en la Plaza de Saulo Torón acogió las actuaciones de la parranda El Mejunje y del grupo Échalo Pa'lante. Y los fuegos artificiales, como cada año, dieron comienzo a medianoche con la quema desde La Puntilla de 396 kilos de masa explosiva que ardieron durante 10 minutos, quedando así festejado un año más el cumpleaños de la capital grancanaria.
Además, cerca de cuatro toneladas de madera, en su mayoría reciclada, es el material utilizado por la pirotecnia grancanaria San Miguel para la realización de una figura de más de nueve metros de alto y seis de ancho, compuesta por la palabra Normal, que Tropical quemó en una gran hoguera verde. Para elaborar esta figura, la pirotecnia utilizó un total de 280 tableros, de los que 250 tienen una longitud de 3,3 metros de largo por 23 centímetros de ancho y 2,5 de grosor, mientras que los otros 30 alcanzan una longitud de 3,6 metros. Asimismo, el material fue impregnado por espacio de más de una semana con un preparado especial que permitirá que el fuego adquiera un color verde, en línea con la marca.
Para los responsables de la empresa pirotécnica, la elaboración de esta figura, en la que comenzaron a trabajar desde mediados del pasado mes de mayo, supone un importante reto, teniendo en cuenta que se trata de la primera vez, durante sus cerca de 30 años de andadura en la organización de eventos pirotécnicos, que construyen una figura de tales dimensiones para ser quemada, a lo que se suma la peculiaridad cromática del fuego.