Afectados por el cierre de los hogares de menores de Vecindario y Sardina, en Gran Canaria, han constituido una plataforma con el fin de luchar por los intereses de 18 menores que serán trasladados y 11 educadores que serán despedidos por la decisión de cerrar los centros.
Al tomar esta decisión, el Ayuntamiento de Santa Lucía “está siendo insensible con la situación de los menores acogidos en sus dependencias”, asegura en un comunicado difundido hoy la plataforma.
Estos niños han estado sujetos durante su vida a constantes cambios y pérdidas, lo que supone tener que enfrentarse a continuas crisis para resolver las nuevas situaciones, por lo que otro cambio más les perjudicaría, argumentaron.
La influencia que estos continuos cambios tienen en el desarrollo psicológico de los menores “es muy negativa, ya que no tienen las habilidades ni los recursos necesarios para enfrentarse positivamente a ellos”, aseguraronn.
Otro traslado significaría para ellos volver a empezar desde cero una vez más, lo que implica frustraciones, esperanzas truncadas, futuro incierto, inestabilidad emocional y ansiedad, insistieron.
Agregaron que, en estos momentos, los menores están totalmente integrados en el día a día de la ciudad, han conseguido crear una red informal de apoyo formada por los amigos del colegio e institutos, vecinos y profesionales que se encargan de que disfruten de un desarrollo integral y un proceso de socialización óptimo.
Todo el trabajo realizado con los niños durante los últimos años será en vano si el cierre se hace efectivo, agregan los miembros de la plataforma.
Una de las primeras medidas que realizará el nuevo colectivo coincidirá este martes con el Día Mundial de la Infancia, cuando los trabajadores recogerán firmas de apoyo por diferentes puntos de Vecindario, tales como en la Avenida de Canarias, el Centro de Salud y las Oficinas Municipales.