Madrid, 30 mar (EFE).- Los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía confiscaron durante el año pasado un patrimonio de 83 millones de euros en bienes procedentes del narcotráfico.
Las operaciones antiblanqueo relacionadas con las grandes incautaciones de droga permitieron que la sección de Investigación Patrimonial localizara y decomisara un total de 102 inmuebles y numerosos depósitos bancarios.
Según dijeron a Efe fuentes de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, la lucha contra el blanqueo de capitales es uno de los grandes pilares en los que se basa la estrategia del Ministerio del Interior contra las grandes redes de narcotráfico y de delincuencia organizada.
Por ello, recientemente se crearon los Grupos de Respuesta Especial al Crimen Organizado (GRECO), que han llevado a cabo importantes operaciones y a los que se seguirán incrementando sus recursos.
Además, según las mismas fuentes, el blanqueo es una situación que preocupa a los socios de la Unión Europea (UE) y por este motivo se realizan trabajos de colaboración con otras Policías de Europa.
La mayor parte del capital intervenido durante 2007 estaba invertido en inmuebles, según la Policía, que explica que para calcular su valor han tomado como referencia lo declarado en las escrituras públicas, por lo que la cifra podría ser mucho mayor si se tiene en cuenta el precio de mercado de los bienes.
La principal fuente de inversión de los beneficios procedentes del narcotráfico es la inversión inmobiliaria porque es el método más rápido y rentable para el blanqueo.
Así, tras crear promotoras a través de sociedades de confianza o instrumentales, ponen en el mercado dos o tres promociones de viviendas con las que adquieren cierto reconocimiento que les permite camuflarse perfectamente en el sector.
Otro punto de destino de los beneficios que ofrece el narcotráfico son las transferencias al extranjero y las inversiones fuera de España.
Realizan pequeñas transferencias desde locutorios, entidades bancarias y, también, mediante correos humanos, mientras que el destino final de los beneficios procedentes de la cocaína es Colombia, Miami y el Caribe.
Por su parte, los ingresos generados por el tráfico de heroína, se envían a los Emiratos Árabes Unidos, siendo la capital, Dubai, la principal receptora de importantes depósitos financieros.
En otras ocasiones, envían cada cuatro o cinco meses remesas desde diferentes cuentas que se declaran como importación-exportación o como deuda de una empresa.
Además, los traficantes colocan sus beneficios a nombre de sociedades patrimoniales adquiridas en muchas ocasiones por un despacho de abogados y creadas con frecuencia en paraísos fiscales.
Los órganos de dirección y el control de esa empresa quedan, por tanto, completamente difuminados y esa opacidad supone un obstáculo para la investigación.
La UDYCO Central de la Policía Nacional, de forma pionera, inició las investigaciones patrimoniales en paralelo a las del narcotráfico el año pasado.
Vista de una mansión y un vehículo de lujo que forman parte de los bienes confiscados por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado durante el año 2007. EFE