El consejero de Administraciones Públicas, Presidencia y Justicia, y portavoz del Gobierno canario, Julio Pérez, ha informado este jueves de que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, se ha puesto en contacto con la Secretaría de Estado de Turismo, así como con los cabildos de Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura para mantener una reunión con el fin de ver a qué obedece el anuncio de Ryanair de cerrar las bases que tiene en el Archipiélago a partir de enero.
Pérez ha explicado, en la rueda posterior al Consejo de Gobierno, que desde el Ejecutivo canario se quieren coordinar las acciones que desde la Administración pública se puedan llevar a cabo en esta cuestión “en la medida de lo posible”, ya que matizó que se trata de un empresa privada.
Si bien, subrayó que la aerolínea transporta anualmente a las islas 3,2 millones de pasajeros, siendo “la primera línea aérea para Canarias”, aunque puntualizó que “aparentemente la conectividad no tendría por qué verse perjudicada, pero sí la reducción de plantilla”.
“No hay ningún anuncio de que las líneas se reduzcan”, apostilló para agregar que si bien al Gobierno canario le preocupa la conectividad, ya que es la aerolínea que “más transporta”, lo que les “preocupa es el empleo” porque, dijo, es un empleo que “interesa mucho”. De todas formas, admitió que si bien en este momento “no recibe amenazas la conectividad, ”hay que estar atentos“.
Por ello, señaló, el Gobierno de Canarias convocará una reunión con todas las partes interesadas para ver “a qué obedece la decisión de la compañía que, de vez en cuando, da sobresaltos”.
Ryanair ya avanzó en febrero posibles ajustes en sus bases por la evolución del negocio derivada de la incertidumbre del Brexit, tras incrementos más moderados que en las temporadas anteriores, y por debajo del crecimiento del 8 por ciento previsto en el conjunto de Europa, a lo que se ha añadido el impacto por el retraso en las entregas del pedido de 30 aviones 373 MAX, con el que contaba para verano y cuyas entregas están suspendidas.
Tras presentar sus cuentas, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, anticipó en un vídeo que se verá obligada a acometer despedidos, que se aplicarán a finales de septiembre, y de nuevo tras la Navidad, tras la caída de beneficios, en el que dijo que a la compañía le sobran 500 pilotos y 400 asistentes de vuelo.
Ryanair cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal, finalizado el pasado 30 de junio, con un beneficio de 243 millones de euros, un 21 por ciento menos que un año antes.