Un grupo de vecinos de Arucas se ha sumado a la lucha de Susana Guerrero, una madre que se niega a perder la custodia de su hija de nueve años. El padre de la menor fue condenado en 2008 en Talavera de la Reina (Toledo) por malos tratos hacia esta mujer. Hace menos de un mes, la Justicia estimó darle la custodia a este hombre amparándose en que Guerrero le ha privado de su derecho de visita, al traladarse a vivir con la niña de Toledo a Canarias y en que realizó una denuncia falsa por presuntos abusos sexuales por parte del padre hacia su hija. Las madres del colegio donde estudia la niña se han movilizado para pedir que se vuelva a investigar el caso, se admitan nuevos informes forenses de los que dispone esta madre y que se establezcan medidas de protección para la menor.
Tras la condena por violencia de género, la custodia de la niña quedó a cargo de la madre y se acordó un régimen de visitas para el padre durante fines de semana alternos y vacaciones. Sin embargo, en la última sentencia – que no es firme- se recoge que desde 2010 se aprecian irregularidades en este acuerdo. Guerrero alega que primero se trasladó a otros puntos de España con su hija por motivos de trabajo y en 2013 la abuela materna de la niña presentó una denuncia por presuntos abusos sexuales hacia la menor por parte del padre. Sin embargo, este procedimiento se archivó basándose en un informe forense que no reconoció estos supuestos delitos.
Guerrero volvió a denunciar los hechos en 2014 en los juzgados de Arucas y también solicitó el reconocimiento de su hija por otros forenses que avalaron que sí que se aprecian secuelas psicológicas en la niña por estos presuntos delitos. Además, una pediatra de este municipio realizó un informe médico ese mismo año por el que se abrió un protocolo y se derivó a la menor a salud mental para que fuera tratada.
La madre, que recurrirá en los próximos días la sentencia, pide que se tengan en cuenta estos últimos hechos mencionados. Asimismo, dispone de otro informe médico en el que se recoge un cuadro de ansiedad que sufrió su hija al conocer que tendrá que irse a vivir con su padre al finalizar el período escolar.
En los mismos juzgados de Arucas, esta madre también presentó en 2014 una denuncia por abusos sexuales hacia ella por parte del padre de su hija. Relata que su “calvario” comenzó desde que era menor de edad pues procede de una familia desestructurada donde sufrió una mala infancia. A los 13 años conoció al padre de su hija, un hombre casado que en un principio le proporcionaba “el cariño que no encontraba en su familia”, relata. La mujer explica que pronto comenzaron los abusos, pero que siempre lo desmintió ante la justicia. “Me veía frágil y en esos momentos pensaba que él era lo único que tenía”, asegura.
Ahora, Guerrero busca que se revise este caso. La juez del Juzgado de Primera Instancia e instrucción número 1 de Arucas ha emitido en un auto reciente que debe ser el Juzgado número 3 de Talavera de La Reina - donde se han llevado todos los procedimientos de esta causa - el que se haga cargo del caso, pero expresa que si dicha sala rehúsa esta causa practicaría las diligencias necesarias para comprobar los hechos que se denuncian.
Esta madre señala que lleva años de lucha y que continuará movilizándose. Prevé realizar una próxima manifestación en Las Palmas de Gran Canaria, que asegura que estará apoyada por el colectivo Gamá. También está recogiendo firmas a través de la plataforma change.org.
Guerrero manifiesta sentirse muy agradecida por las muestras de apoyo que ha recibido en Arucas, en el municipio donde reside y también por parte de las madres del colegio donde estudia la menor. También menciona a la asociación ASMI, de ayuda a la infancia, pues asegura que le han orientado y que ha conocido otros casos como el suyo.