El juez cree que Bretón podría haber construido un habitáculo para ocultar los cadáveres de sus hijos
CÓRDOBA, 10 (EUROPA PRESS)
La búsqueda de pistas sobre el paradero de Ruth y José, los dos niños desaparecidos en Córdoba hace más de ocho meses, afronta desde este lunes una semana en la que se van a reanudar los rastreos en la finca de los abuelos paternos, en Las Quemadillas, la cual ya ha sido investigada en numerosas ocasiones, todas ellas sin resultados, si bien en esta ocasión se empleará maquinaria pesada y otros medios sofisticados.
Así lo decidió el juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, en su último auto, por el que decretaba nuevamente el secreto de sumario, aunque al desvelarlo la pasada semana varios medios de comunicación, el magistrado decidió levantarlo debido a “una vulneración del secreto sumarial”, además de ordenar precintar y custodiar por agentes de la Policía Nacional la entrada de la finca, hasta el momento en que den comienzo las actuaciones del nuevo registro, previstas para las 17.00 horas.
En este nuevo registro se prevé que estén presentes el padre de los niños y único procesado en la causa, José Bretón, acompañado de su abogado José María Sánchez de Puerta; la madre de los pequeños, Ruth Ortiz; así como el hermano de Ruth Ortiz, Estanislao, para comprobar posibles cambios que se hayan producido en la finca, en la que Bretón estuvo con sus hijos momentos antes de denunciar la supuesta desaparición en el Parque Cruz Conde la tarde del 8 de octubre de 2011.
Y es que, según recoge el auto de procesamiento, el progenitor llegó a las 13.46 a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17.30 horas. Durante ese espacio de tiempo, a juicio del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.
POSIBLE HABITÁCULO
Al respecto, la defensa de Bretón ha lamentado de nuevo que el juez del caso se base en “suposiciones” con la posibilidad de que el padre de Ruth y José hubiera construido un habitáculo en la finca de Las Quemadillas para ocultar los cadáveres de sus hijos, según recoge el togado en el último auto.
En declaraciones a Europa Press, el abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, ha manifestado que “el juez dice que hay que seguir investigando, porque podría existir un habitáculo que él --por el padre de los niños-- hubiera hecho y podrían estar allí los niños”, pero “todo podría, podría”.
En este sentido, cree que el juez Rodríguez Lainz se centra en “suposiciones, como son todas” con las que cuenta por el momento, porque “aquí de seguro no se sabe nada de qué es lo que ha pasado”, igual que, agrega, “otra suposición es la de que podría haber existido una tercera persona que no puede estar identificada”, y de la que el juez relega en su último auto por “el alto riesgo” que hubiera supuesto “controlar esa situación” tanto tiempo.
En concreto, en el último auto, el juez relata que “si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total”.
No obstante, en dicha parcela ya se ha rastreado en numerosas ocasiones, en algunas de ellas se llegaron a tirar tabiques del interior, e igualmente se ha buscado en los alrededores de la finca. Aún así, la opción de la parcela y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, según razona el togado en su escrito.
OTRO SUPUESTO IMPLICADO
En cuanto a la posibilidad de que hubiera otro supuesto implicado en el caso, como apuntaba el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba en el auto de procesamiento de Bretón, en este último auto Rodríguez Lainz admite que esta vía supone un “alto riesgo por la pérdida de control de la situación” ocho meses después de la supuesta desaparición.
Así, el togado cree que dejar a merced de una segunda persona “posiblemente durante años y años” a sus hijos e incluso “acudir a la complicada solución de conseguirles una nueva identidad” hubiera generado una “incómoda relación de dependencia y confianza ciega en su no delación la del tercero en este caso”.
En el auto de procesamiento de Bretón se llegó a plantear la posibilidad de que ese otro supuesto implicado, impulsado por un móvil económico, podría haber colaborado en el trasvase a otro vehículo de los niños justo cuando el rastro de José Bretón se perdió de las cámaras situadas en el camino de acceso a su parcela aquella tarde del 8 de octubre por detrás de una hilera de casas.
CAREO Y DECLARACIÓN INDAGATORIA
Mientras tanto, Bretón se someterá esta semana a un careo con Juan David, primo de la madre de los niños, por orden del juez instructor con el objetivo de contraponer la versión del único imputado con la de este familiar de la madre que lo visitó dos veces en la prisión de Córdoba para intentar que le contara qué había hecho con los niños. Juan David aseguró que le dijo que los pequeños estaban muertos, mientras que el padre sostiene que este testigo miente.
Además, el próximo viernes día 15 de junio, Bretón comparecerá por cuarta vez ante el juez del caso en una declaración indagatoria en la que, según su letrado, el padre “va a seguir manteniendo la postura que hasta ahora lleva”, es decir, que perdió de vista a sus hijos en el Parque Cruz Conde.
EL CONTRAINFORME Y LA LIBERTAD
Por otra parte, el abogado de Bretón ha entregado ya el contrainforme solicitado por él y que demuestra que “los porcentajes que se dan de probabilidades son totalmente erróneos”, respecto a la prueba de la Universidad de Valencia que avala “al 98 por ciento” que Ruth y José no llegaron al Parque Cruz Conde.
De este modo, una vez que lo analicen las partes, esta misma semana el letrado prevé pedir de nuevo la libertad de Bretón, procesado por la presunta comisión de dos delitos de detención ilegal, en la modalidad cualificada de menores y con la agravante de parentesco, y por simulación de delito.
Al respecto, Sánchez de Puerta muestra su satisfacción por los resultados de dicha prueba, que “clarifica muchos puntos que en el primer informe de Valencia no estaban absolutamente nada claros”, si bien hasta que no lo conozcan el juez del caso, el Ministerio Público y la acusación particular, descarta hacer un análisis ante los medios.
Entretanto, Sánchez de Puerta asegura que a Bretón “cada vez le duele más estar” en la prisión, en la que cree que “está injustamente”, a lo que añade que “con todo lo que ha pasado, si no ha hablado o ha dicho algo, es porque cada vez estoy más convencido de que no lo sabe”, en relación a este caso que la defensa confía en “afrontar el juicio lo antes posible y que se clarifiquen las cosas”.