Reclaman 12 años de cárcel para el dueño de un bazar de la capital grancanaria acusado de abusar de menores

El Ministerio Fiscal solicita un total de 12 años de prisión y una multa de 13.140 euros a razón de 12 euros diarios durante tres años por dos presuntos delitos de prostitución y corrupción de menores contra el dueño del bazar Fortuna de la capital grancanaria.

El informe de acusación del Ministerio Público relata que José Luis R.Q., propietario de un estanco en Las Palmas de Gran Canaria poseía en la trastienda del local un habitáculo en el que tenía instalada una cama y un ordenador.

“En dicho lugar, desde el verano de 2005 hasta marzo de 2007, fue haciéndose con la confianza de los menores Cristian L.P., de 18 años Filian D.M., de 15, aprovechándose de su corta edad, clientes que acudían al local con frecuencia para comprar golosinas y recargar el teléfono móvil”, explica.

El acusado, tras granarse la confianza, les dejaba usar el ordenador en la trastienda y averiguó que “andaban necesitados de dinero para sus gastos porque sus familias no le daban todo el dinero que les gustaba disponer”.

Con este motivo, el acusado, presuntamente, se fue insinuando sexualmente a los mismos, quienes “no obstante mostrarle su rechazo, fueron convencidos paulatinamente a realizar diversos actos de carácter sexual a cambio de recargas gratuitas de saldo telefónico y cantidades en metálico que oscilaban entre los 9 y los 30 euros”.

Los menores, a pesar de no tener inclinaciones homosexuales, accedieron “por interés crematístico a las pretensiones del acusado” en la que a veces participaban los tres simultáneamente. Además, con frecuencia los encuentros se realizaban a primera hora de la noche en las que el acusado pedía a los menores que mostraran sigilo al entrar y salir del local.

El fiscal, que argumentará su tesis en la Audiencia Provincial de Las Palmas a partir de las 12.00 horas de este martes, además ha solicitado la prohibición del acusado a acercarse a los menores a sus domicilios o lugares de estudios, así como a comunicarse con ellos durante ocho años. La petición alcanza también a la clausura definitiva del bazar que regentaba.