“Se informa de que por falta de personal educativo, en trámites de contratación, y con el fin de dar una buena atención, a partir del lunes solo se recogerán a los menores cuyos padres trabajen o sean familias monoparentales trabajadoras”. Es el mensaje con el que se encontraron las familias el pasado viernes en la escuela infantil La Fuente, dependiente de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias. Sin embargo, no es un caso aislado y ha ocurrido en otras escuelas de Gran Canaria, como la de Las Folías, que se encontró el mismo cartel a principios de esta semana.
Alexis Rodríguez es padre de una menor escolarizada en Las Folías. El lunes su hija aún se encontraba enferma y no la pensaba enviar al centro, pero al comunicar que no asistiría le pidieron que entregara las nóminas de la familia para comprobar si entraba en el supuesto de menores a los que sí atenderían al día siguiente, es decir, aquellos cuyos padres se encuentren empleados en ese momento. El jueves la situación se “parcheó”, pero las familias de estas escuelas no saben hasta cuándo se encontrarán en la incertidumbre de si sus hijos e hijas se quedarán sin centro al que acudir al día siguiente.
Este padre explica que desde principios de curso la directora del centro advirtió de dos bajas, a ellas se sumaron otras que desencadenaron en la imposibilidad de atender a todos los menores esta semana. Desde la Consejería de Bienestar Social, sitúan las dificultades para sustituir plantilla en que no se dispone de personal en las listas. La consejera Candelaria Delgado explicó esta semana que el problema de las sustituciones radica en que el anterior equipo de Gobierno “no llevó a cabo los procesos selectivos para formar listas de reserva para todas esas plazas de las escuelas infantiles” y sostiene que la “función primordial” de dichas escuelas es que aquellos padres que son trabajadores “tengan un sitio donde dejar a sus hijos en lo que están trabajando, entonces se ha priorizado el caso en el que los padres o madres sean trabajadores”.
Ascensión Navarro lleva a su hija a la escuela La Fuente. Señala que aunque no está afectada directamente, sí que considera que estos cambios e imprevistos afectan a la calidad educativa del alumnado. Aunque la educación de cero a tres años no es obligatoria hay profesionales que defienden que es clave para el desarrollo del menor y para detectar necesidades específicas educativas. Esta madre destaca que cuando se aumentan las ratios en las aulas la atención que se presta al menor es “asistencial” ya que una sola profesional no puede trabajar por proyectos con hasta 18 menores.
En el reglamento de estas escuelas infantiles se recoge que se pueden aumentar las ratios en momentos excepcionales, y se ha recurrido a ello debido a esas bajas de plantilla. No obstante, las familias reprochan que ha dejado de convertirse en algo puntual para vivir esta situación en diversas ocasiones. “Hay un problema grave de personal”, coinciden las familias, que reprochan que solo se “parchea”.
Las familias de las distintas escuelas infantiles que dependen de la Consejería de Bienestar Social están uniendo fuerzas para reivindicar unas mejores condiciones en sus centros y no seguir en la incertidumbre. Los padres y madres recuerdan que ahora llega la temporada de invierno, de virus y que las técnicos de Educación Infantil pueden caer enfermas.
Así mismo, las familias recuerdan las diferencias que existen entre las escuelas, según de qué organismo dependa. Detallan que en las dependientes de Educación cuentan con más personal como docentes, técnicos de Educación Infantil y auxiliares. Además, el horario es más compatible con las jornadas laborales, pues cuentan con servicio de acogida temprana y recogida tardía. En las escuelas que dependen de Bienestar Social cuentan con horario de 8.00 a 14.45 horas y sin posibilidad de acogida temprana y recogida tardía, exponen los padres y madres.
Soluciones a corto y largo plazo
“Carecemos de esas listas de reserva, con lo cual tendremos que solicitar a Función Pública que nos autorice a través del Servicio Canario de Empleo a hacer esa selección”, apuntó la consejera. Delgado remarcó que esa burocracia es la que ralentiza solucionar esa falta de personal, pero que se está tardando una o dos semanas.
“La secretaría general técnica ya se ha puesto en marcha para convocar lo antes posible esos procesos de selección y que podamos tener unas listas propias incluso con una figura que se llama asistente volante para que podamos, como pasa en Educación o Sanidad, traer (las sustituciones) sobre la marcha”.
También asegura que se va a declarar a esta Consejería como “servicios esenciales” para que se puedan cubrir sobre la marcha las vacantes ya que atienden a las familias con mayor vulnerabilidad.