En el barrio de El Ejido de Telde, desde 2011, Leonardo Verde elabora unos helados 100% artesanales con el toque personal de utilizar como base la leche de cabra.
Verde, que aprendió su oficio en otra heladería, montó su negocio con 1.000 euros que le prestaron para hacer algo diferente en un mercado que define como “muy saturado”. De hecho, todo el helado se hace con leche de vaca menos el que él produce en su casa de Telde.
De momento la iniciativa le ha salido bien ya que en los últimos tres años han ido doblando la venta cada año y con él trabajan ya cinco personas. Una de las claves por la que su producto ha tenido éxito ha sido la vuelta de los consumidores a lo natural y sano.
Y es que los helados de El Canario, que es como se llama la empresa, están elaborados con productos plantados por ellos mismo en sus fincas situadas en Fontanales, Agüimes, Tara y Telde, por lo que los sabores son siempre de temporada. Sobre los productos que no se consiguen en las Islas, Verde explica que compran “los mejores productos del mundo”, trayéndose el turrón de un artesano de Alicante, y empleando vainilla y canela 100% natural. Sobre la leche, al principio tenían ellos las cabras pero para ahorrar tiempo ahora la compran a una quesería de Los Corralillos, en Agüimes.
Este heladero defiende que su producto, a pesar de que es de gran calidad, el precio es bajo ya que se vende a 12 euros el litro (el precio medio del helado artesano ronda los 15 euros) y el cucurucho a tan solo 1 euro. Además produce, con precios competitivos, helados para alérgicos.
Pero sobre todo, lo que le gusta a Leonardo Verde es innovar con sus productos. Con mucho mimo idea sabores y mezclas que van más allá de lo dulce ya que defiende que el helado tiene más recorrido que el de ser un postre. Entre los sabores que ha ideado está el de queso curado a la pimienta, aceite de oliva virgen extra, vino, tuno con aloe vera, fresa con albahaca, higos con miel, plátano con gofio o el de pan con mantequilla de manises y arándonos.
También elabora un helado que se aleja de su filosofía, el de fiesta, pero lo hace por ser un clásico canario que tiene una alta demanda. Este es sin leche porque su base es el hielo, la esencia y el sabor de fresa, coco y vainilla.
Tanto Leonardo como una de sus ayudantes, Yolanda, defienden los beneficios de consumir helado artesano. Incorporarlo a la dieta te ayuda a adelgazar porque permite una mejor digestión, fortalece la masa ósea, ayuda a controlar la tensión arterial, es una fuente importante de vitamina B, calcio y proteínas, aparte de ser un antidepresivo natural.
Para adquirirlos, basta con ponerse en contacto con ellos ya que el 90% de sus ventas es con reparto a domicilio en el municipio de Telde. El 7% en algunos restaurantes o heladerías, mientras que el 3% restante en los puntos de venta ambulantes (playa de La Laja, San Cristóbal, Arguineguín, Melenara…). Por otro lado, acuden a tres mercadillos, el de San Lorenzo, la Granja Agrícola y el de El Pagador porque comparten su filosofía de natural y casero. Eso sí, en estos sitios el precio del cucurucho se incrementa (1,5 euros) porque tienen que pagar para poder estar presentes.
La otra opción para probar esta exquisitez es acercarse hasta el número 32 de la calle La Rocha, donde de lunes a viernes, entre las 18.00 y 20.00 horas atiende personalmente a los clientes.
Mira la fotogalería de la elaboración de los helados El Canario en el siguiente enlace.