Un interno acusado de abusar sexualmente de otro en enero de 2009 ha negado este martes los hechos ante la Audiencia de Las Palmas y ha sostenido que la supuesta víctima le denunció porque le había pegado una patada por “chivato”, ya que contó a un funcionario que tenía teléfono móvil en su celda.
El acusado, Avelino José Moreno Ramos, que se enfrenta a doce años de prisión por estos hechos, ha afirmado ante el tribunal que “jamás” tuvo relaciones con la víctima ni le pidió que se “la chupara” porque es heterosexual y siente “asco” por esas relaciones, así como que “nunca” pidió que trasladaran al interno a su celda de la cárcel de Salto del Negro, donde supuestamente lo forzó.
Moreno Ramos, para quien su abogado solicita la libre absolución, ha reconocido que se reía de la víctima por su condición de homosexual, pero que el cambio de celda lo ordenó un funcionario porque dentro de la prisión supone una burla el compartir la celda con un gay.
El acusado, que ha explicado que cumple una condena por un delito de homicidio y que con anterioridad también ha estado en prisión por un robo con intimidación, ha señalado que la víctima sí mantenía relaciones con otro interno de la prisión.
La víctima, que ha declarado a través de videoconferencia, y que cumple una condena por quebrantar una orden de alejamiento por maltrato familiar, ha asegurado que sentía miedo del acusado, al que veía como una persona “agresiva”, y que por ello accedió a practicarle una felación cuando se metió en su celda.
Así mismo, ha señalado que el acusado solicitó su traslado a su celda y que fue allí donde le pidió que se bajara los pantalones y le forzó, cuestión que contó después en el patio a dos compañeros, pese a que el agresor le había dicho que no se lo dijera a nadie.
El médico forense ha manifestado al tribunal que la cantidad del semen analizado de la víctima era insuficiente para determinar a quién pertenecía.