La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Teresa Cruz, ordenó la noche de este martes la apertura de un expediente informativo en busca de un topo instalado dentro de su departamento que filtra datos sensibles sobre la gestión del coronavirus en el archipiélago violando el protocolo impuesto por el Ministerio del Sanidad después de la declaración de estado de Alarma por parte del Gobierno de la nación.
La decisión de la consejera se produce después de una nueva filtración del último fallecimiento en las islas, una mujer de 36 años que falleció en la isla de Tenerife, un dato que se divulgó 12 horas antes de que lo hiciera el Ministerio de Sanidad.
Las filtraciones de información sensible desde la Consejería de Sanidad no son nuevas, pero solo a partir de la reacción de los medios informativos y la quiebra este martes de la unanimidad cosechada hasta ahora para ofrecer a la ciudadanía datos oficiales sólo facilitados por el conducto oficial, han provocado la decisión de la consejera. La brecha en la política de comunicación del Gobierno de Canarias sobre la gestión del coronavirus ya es una realidad.