Senegal impide que cien emigrantes irregulares viajen hacia Canarias

El ejército senegalés detuvo el pasado lunes a un centenar de personas que planeaban embarcarse con destino a las Islas Canarias, informó este martes la emisora senegalesa de radio Sud FM.

Según la emisora privada, los candidatos a la emigración clandestina se encuentran detenidos en Thionk-Essyl, localidad de la región de Casamance, en el sur de Senegal.

La presencia masiva y a un mismo tiempo de jóvenes en la localidad llamó la atención de los militares desplegados en la zona, escenario desde hace más de dos décadas de la rebelión armada de un grupo independentista local.

Una investigación llevada a cabo por los militares hizo posible que la emigración ilegal fuera impedida y el grupo de jóvenes puesto a disposición de la Justicia.

Los organizadores de la travesía presintieron, sin embargo, el peligro y lograron burlar la vigilancia de los soldados, precisó Sud FM.

Los servicios de seguridad han lanzado una operación de búsqueda y arresto de los traficantes humanos, que cobraron por adelantado el precio del viaje a los frustrados candidatos.

Los detenidos son, en su mayoría, senegaleses, aunque figuran entre ellos algunos jóvenes procedentes de las vecinas Gambia y Guinea Bissau, indica la misma fuente.

La estrecha vigilancia de las aguas territoriales senegalesas, adoptada en el marco del dispositivo de vigilancia Frontex de la Unión Europea, no ha disuadido, sin embargo, a los candidatos a la emigración clandestina, cuyo lema sigue siendo Barça wala Baraj (Barça o la muerte- en el idioma local wolof).

Se calcula que más de 30.000 personas llegaron clandestinamente en 2006 a las Islas Canarias, procedentes de Mauritania, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Guinea Bissau, países situados todos en el oeste del continente africano.

Continuidad del Frontex

El Senado instó este martes al Gobierno a mantener sus esfuerzos ante la Unión Europea con el objetivo de garantizar la continuidad del dispositivo desplegado por la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) en aguas cercanas al archipiélago canario.

La moción, que pide también acelerar la ejecución de las medidas de control y vigilancia contempladas en el Plan Integral de Seguridad para Canarias, fue presentada por Coalición Canaria y, tras incorporar una enmienda del Grupo Socialista, aprobada por unanimidad en el Pleno de la Cámara Alta.

El senador de CC Ricardo Melchior, que defendió la moción, aseguró que el dispositivo desplegado por la Unión Europea debería tener “carácter permanente” para “garantizar el control y la vigilancia” de las aguas del Archipiélago.

Melchior explicó que el pasado 12 de abril finalizó la operación Hera III, impulsada por Frontex para hacer frente a las intensas crisis migratorias sufridas por las islas, lo que ha provocado, según el senador, que “sólo dos patrulleras españolas” vigilen en la actualidad un espacio marítimo “de 1,5 millones de kilómetros cuadrados”.

Por su parte, el parlamentario socialista Jose Miguel Camacho aseguró que el Gobierno financiará la continuidad del sistema de vigilancia marítimo hasta la entrada en vigor, el próximo 29 de abril, del plan Hera IV, que se encargará de controlar la salida de embarcaciones irregulares frente a las costas de Senegal, Mauritania y Cabo Verde.

Camacho destacó que no se han producido “repuntes” en los datos de inmigración en Canarias, tras lo que subrayó que las cifras son “significativamente inferiores a las de 2006”, y confirmó que el Ejecutivo concede una “especial atención” a este tema.

La senadora popular María del Carmen Guerra, pese al apoyo de su grupo a la moción, criticó la actitud de CC, formación a la que acusó de estar “entre dos aguas”, ya que, entre otras cuestiones, recordó que el partido nacionalista apoyó un proceso de “regularización masiva” que “trajo grandes problemas” al Archipiélago.

Guerra aprovechó también para desacreditar al candidato del PSOE a la Presidencia de Canarias, Juan Fernando López Aguilar, por el plagio de su programa electoral, y pidió a los socialistas que pongan fin a su “política de boquilla y de copiar”.