La ley canaria aún exige a las personas transexuales demostrar que no están enfermas

bandera trans

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

La Ley canaria de no discriminación por motivos de identidad de género y por los derechos de las personas transexuales cumple tres años y, aunque en 2014 marcó un momento histórico al lograr el consenso del Parlamento y abrió un nuevo camino en el avance de derechos fundamentales, desde entonces no se han desarrollado todos los protocolos prometidos. Además, la norma sigue exigiendo a estas personas la necesidad de pasar por profesionales y presentar informes psicológicos que demuestren que no padecen ninguna enfermedad. La despatologización de la ley se convierte así en el principal reto de las asociaciones trans para 2018, año para el que está convocada una mesa de trabajo con el Gobierno de Canarias. Un objetivo al que además se suma Podemos, que presentará una iniciativa en la Cámara Regional de modificación legislativa. 

Comunidades como Catalunya o Andalucía ya han despatologizado la transexualidad en sus leyes autonómicas. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dejado de considerarla disforia de género, y el Congreso de los diputados ha avalado, sin el apoyo del PP, que las personas cambien de sexo y de nombre sin un diagnóstico que las declare enfermas. Mientras tanto, “la Ley canaria no representa el espíritu de la transexualidad como condición humana que no tiene nada que ver con enfermedades o trastornos”, subraya Eduardo, portavoz de la asociación Transboys, creada hace unos meses en Tenerife para visibilizar y ayudar a los hombres transexuales, pues asegura que es el colectivo más invisibilizado.

Actualmente, el artículo dos de esta norma canaria entiende como persona transexual a toda aquella que acredite ante las administraciones públicas canarias mediante un informe psicológico que “carece de patologías que le induzcan a error en cuanto a identidad de género” y que en el período de seis meses “presente una disonancia igualmente estable y persistente entre el sexo morfológico de nacimiento y la identidad de género sentida por el/la solicitante”. El portavoz de Transboys subraya que desde los tres o cuatro años los niños o niñas suelen darse cuenta si no se sienten identificados con los genitales con los que han nacido. “No hay una sola figura de hombre o de mujer, hay niñas con pene y niños con vulva y este lema debe empezar a ser una realidad”.

“Cuando naces se te espera císexual, es decir, una persona que nace con sexo biológico asignado socialmente según sus genitales y que está de acuerdo con su sexo. El transexual es como yo, que nací con unos genitales concretos y no me siento identificado porque me siento hombre. Cuando nacemos nadie espera que su hijo sea transexual. El mundo está hecho y diseñado para personas que se sienten a gusto con su propio sexo”, lamenta Eduardo.

Cuenta que el proceso comienza cuando los menores comentan la situación a sus padres y todavía hay muchos que llegan a pensar que es sólo un capricho de sus hijos. “Se te anula tu identidad en un principio porque socialmente no está reconocido como derecho y cuando ya eres mayor y tienes potestad aún hay muchas trabas por delante”, destaca.

Aunque la ley estatal está en proceso de modificarse, hasta ahora para cambiar el nombre en el Documento Nacional de Identidad ha sido necesario ser mayor de edad y contar con un diagnóstico de disforia de género. “Hasta que no tenemos el nombre cambiado es todo un hándicap a nivel social, laboral, a la hora de coger un avión… imagínate que tu DNI no representa lo que tú realmente eres”.

Eduardo lamenta que en muchas ocasiones las personas transexuales dependan de la buena voluntad de la gente. Explica que cuando aún no tenía su DNI cambiado se enfrentaba a problemas cuando pedía que se le llamara por el nombre con el que se sentía identificado. “Te decían que en el DNI ponía otro nombre aunque le pidiera que me llamara de otra manera. Falta mucha sensibilización a nivel administrativo”.

Pablo Almodóvar, presidente de la asociación Gamá, también considera urgente la despatologización de la transexualidad. Cree que la ley estatal de 2007 y la canaria de 2014 deben revisarse y recuerda que ha sido gracias a la presión de las asociaciones por lo que se aprobó esta norma autonómica, aunque exige una implantación real de lo acordado en aquellas mesas en las que fue partícipe esta asociación. Así mismo, ve discriminatorio que al acudir a una cita médica “no se te llame por el nombre que corresponde a tu imagen, a tu sentir... o que no aparezca el nombre con el que te sientes identificado en la tarjeta de crédito...”

Solo un protocolo aprobado en tres años

Colectivos como Transboys o Gamá han celebrado que, a pesar del retraso, la Consejería de Educación haya aprobado un protocolo de atención al alumnado trans en Canarias, que incluye medidas como la plena identificación del estudiante en su centro escolar por el nombre sentido así como el uso de este nombre en todos los listados y en el trato diario en las aulas. También impulsa un servicio de asesoramiento para toda la comunidad educativa del Archipiélago y que ya este curso escolar ha impartido formaciones y charlas de concienciación para estudiantes y docentes.

La diputada y secretaria regional de Igualdad y LGTBI de Podemos, María del Río, valora su puesta en marcha y celebra que esta área haya cumplido su objetivo. Sin embargo, lamenta que sea la única consejería que lo haya puesto en marcha, pues aún se está trabajando en el de Sanidad y lejos quedan otros como el de no discriminación en el trabajo, los planes de impulso laboral de estas personas y otras medidas sociales.

El portavoz de Transboys recuerda que antes de que existiera este protocolo, que se ha empezado a aplicar este curso, los profesores no han estado sensibilizados, igual que el alumnado. “Si los profesores no te ayudan, las notas no reflejan tu nombre, las listas tampoco… terminabas muchas veces dejando los estudios”. Por ello, insiste en la necesidad de que se tomen en serio los cambios de nombres más allá de lo que diga el DNI.

Explica que, en este sentido, también es imprescindible que en el protocolo de Sanidad se recoja esta necesidad de ser llamado por el nombre con el que cada persona se siente identificada ya que, en muchas ocasiones, cuando te llaman para citas o tienes que recoger algún documento en la Administración se aprecia que el personal no está sensibilizado.

Sin protocolos que protejan los derechos laborales

La ley autonómica de 2014 expresa en sus artículos 12 y 13 la necesidad de llevar a cabo políticas de discriminación positiva en el ámbito laboral, tanto para evitar la discriminación en el empleo como para mejorar la inserción laboral. Sin embargo, no define qué medidas son las que se van a llevar a cabo. La asociación Transboys echa de menos que se obligue a las empresas a que la no discriminación sea real y que haya una vigilancia para que cuando esta persona sea contratada sus compañeros no le hagan la vida imposible.

“Lo que queremos es que las personas trans tengan las mismas oportunidades de ser contratadas simplemente porque son capaces de trabajar en esas empresas. Somos personas totalmente normales que simplemente hemos vivido una circunstancia diferente en la vida”, recuerda Eduardo, que también ve necesaria más formación para las empresas y los empleados.

La diputada María del Río aboga por este protocolo de empleo ya que aún existen muchas dificultades de integración laboral y también hay un porcentaje de personas abocadas a trabajos precarios. No obstante, también reclama a la Consejería de Políticas Sociales poner atención en los jubilados y en cómo se está tratando a estas personas que “llevan toda su vida luchando por sus derechos y es injusto que sufran discriminaciones en la etapa final de sus vidas”.

María del Río afea al Gobierno de Canarias que la ley de no discriminación de género no sea transversal y lamenta que no hayan contestado a sus preguntas sobre la norma en la Comisión de Justicia, Igualdad y Diversidad. Su grupo político espera contar con el respaldo de otras fuerzas para, a partir de febrero, presentar la modificación legislativa y además asegura que seguirá exigiendo que se cumpla esta ley. “Cuando se trata de minorías, no hay esfuerzos por recoger sus necesidades, en cambio con la Ley del Suelo sí se dieron prisa en agilizarla”.

La lucha constante de las asociaciones

Eduardo lamenta que la transexualidad esté invisibilizada y explica que la lucha por los derechos de estas personas se encuentra aún muy lejos de los logros de gays y lesbianas. Por ejemplo, en las series, libros, medios de comunicación, en las distintas profesiones… este colectivo está mucho más presente que las personas trans.

Por ello, aboga por que las personas que no se sienten identificadas con el sexo que se les asignó al nacer se sienten en las mesas de redacción de protocolos y lideren su lucha en asociaciones ya que su realidad es muy diferente pues no tiene que ver con la orientación sexual sino con la identidad. Añade que en esta lucha se necesitan aliados, aunque insiste en que la transexualidad es la gran desconocida. Desmonta la creencia de que solo se es hombre o mujer dependiendo de los genitales y el mito de que alguien no ha cambiado de género si no se ha sometido a operación: “¿Si un hombre pierde sus testículos en un accidente deja de ser un hombre? La respuesta es no. Por tanto, un hombre o una mujer son mucho más que sus características físicas”.

Transboys también pide que los medios de comunicación sean más respetuosos a la hora de hablar sobre transexualidad y que no contribuyan a fomentar estereotipos que realmente no representan la realidad de estas personas.

Gamá subraya que al menos la mitad de la discriminación hacia el colectivo LGTBI lo sufren las personas transexuales. Su presidente, Pablo Almodóvar, lamenta que la transfobia siga patente en la sociedad por lo que en 2018 asegura que este tema centrará gran parte de sus líneas de trabajo.

El próximo año se presenta esperanzador para el colectivo con la puesta en marcha de la proposición de ley del PSOE que elimina los requisitos médicos para que las personas trans cambien legalmente de sexo y nombre y que permitirá a los menores hacerlo. Además, se está tramitando en el Congreso la ley LGTBI presentada por Unidos Podemos, y la formación morada liderará la modificación de la Ley autonómica en el Parlamento. Gamá, Transboys y otras asociaciones de las Islas formarán parte de las mesas para elaborar el protocolo de Sanidad y presionarán para la puesta en marcha de los que faltan.

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