Investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han dato en una edad aproximada de 2.400 años unos fósiles de palmera y otros vegetales que recogieron hace más de 30 años los investigadores del Departamento de Biología de la ULPGC, Joaquín Meco y Juan Francisco Betancort Lozano y que pertenecen al barranco de Azuaje (Gran Canaria) .
De esta manera, las muestras, almacenadas inicialmente en el antiguo Instituto Geológico y Minero de Las Palmas y guardados posteriormente en el laboratorio de Paleontología de la Universidad, han sido redescubiertos y analizados, informó la Universidad en un comunicado.
Así, se comprobó que pertenecen a fósiles de restos de palmeras del género Phoenix, y muy probablemente de palmeras canarias Phoenix canariensis, con una edad aproximada de 2.400 años y que coexistieron por tanto con los aborígenes de la isla.
En un principio, y debido a que algunos autores (Schmincke, 1968) señalaron la presencia de moldes y fósiles de cañas y palmeras en la base de los depósitos de brecha Roque Nublo, se pensó que los restos fósiles encontrados podrían haberse formado en estos materiales volcánicos, lo que significaba una edad entre 3 y 4 millones de años (Plioceno).
Sin embargo, y según observaciones realizadas por los investigadores de la ULPGC, en colaboración con investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, estos restos fósiles aparecen incrustados en travertinos (depósitos carbonatados), que se formaron a partir de aguas subterráneas que emanaban por nacientes en el Barranco de Azuaje (Término municipal de Firgas).
En esta investigación han participado Pedro Sosa Henríquez, Agustín Naranjo Cigala (Grupo de investigación Bioconter de la ULPGC), Francisco Pérez Torrado y María del Carmen Cabrera Santana (Grupo de investigación GEOVOL de la ULPGC) y Eduardo Franquiz Alemán, de la Asociación para la Defensa de la Palmera Canaria.
Los travertinos en Azuaje se sitúan encima de una lava proveniente del Volcán de Montaña Doramas, datado por Carbono 14 en unos 2.420 años; por ello, es muy probable que estos travertinos que, contienen estos fósiles de palmera, se originaran por la injerencia de esta erupción volcánica en las aguas subterráneas de la zona en esa época.
Nuevos fósiles
Mientras, en prospecciones realizadas recientemente en el mismo barranco, por miembros de ambos grupos de investigación --GEOVOL y Grupo de Investigación de Biogeografía, Conservación y Territorio-- de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la asociación 'Tajalague' de la defensa de la Palmera Canaria, se apreciaron nuevos y numerosos fósiles bien conservados de hojas, raquis y sistemas radicales (Raíces) propios de las especies de palmeras del género Phoenix.
En este sentido, los afloramientos alcanzan una longitud de unos 4 kilómetros a lo largo del barranco, observándose además algunas hojas de especies arbóreas propias del bosque de laurisilva.
En uno de los fragmentos encontrados se aprecia con total nitidez una parte muy conservada del envés de una hoja (penca) de una palmera del género Phoenix, presentando un raquis de unos 24 cm de largo y 2 cm de diámetro, flanqueado por una treintena de foliolos, algunos de los cuales alcanzan los 15 cm.
Finalmente, la ULPGC explicó que todos los indicios señalan que se está ante diferentes fragmentos fosilizados de ejemplares de palmera canaria y otras especies vegetales con algo menos de 2.400 años de antigüedad, que se localizaban en el fondo del barranco de Azuaje en Gran Canaria.