El presidente de UxGC, Lucas Bravo de Laguna, ha mostrado su rechazo a la intención de la Unión Europea de que se aplique un impuesto al combustible de los aviones y barcos, porque sostiene que “implicaría un incremento del precio de los billetes que serviría como elemento disuasorio para quienes quieran viajar a Canarias”.
En un comunicado este lunes matiza que la llamada tasa verde es un impuesto anticontaminación, que persigue la disminución de la emisión de gases a la atmósfera, y poder así disminuir las consecuencias del efecto invernadero, algo en lo que Bravo de Laguna afirma que en su partido están “de acuerdo”, pero añade que las islas no tienen otra forma de comunicarse con los continentes, “por lo que habría que hacer una excepción con los billetes con origen y destino insular, la UE debería conceder un trato especial a estos territorios y al resto de regiones ultraperiféricas, dado que la propuesta alejaría aún más a estos emplazamientos de sus propios países”.
La medida que pretende la UE “sería letal para nuestras islas”, afirma. Además, justifica su postura “no solo por su notable dependencia del turismo, sino porque también encarecería los costes para las empresas con delegaciones o relaciones profesionales con Canarias, por lo que se replantearían su presencia en nuestra tierra los que ya están y declinarían la opción de estarlo los que tuvieran intención de hacerlo a futuro”.
Por otro lado, agregó que tras la pandemia, “vimos la posibilidad de que Canarias, en general, y Gran Canaria, en particular, por su agradable temperatura durante todo el año, se posicionara como residencia durante buena parte del año de personas que desempeñan su actividad mediante el teletrabajo, y ahora también veríamos frustrada esa iniciativa orientada a dotarnos de un turismo diferente y de calidad, ya que, pese a que la medida parece salvada entre península y entre islas, no lo está para el resto del continente europeo”.
El presidente de la formación grancanaria insiste en que su partido sí que está comprometido con el medio ambiente, pero critica la medida por considerarla “fruto de afán recaudatorio de la UE, sin tener en cuenta las consecuencias que tendría para Canarias” y se pregunta si esos ingresos se reinvierten en políticas medioambientales porque está convencido de que no es así.
El presidente de Unidos por Gran Canaria resaltó además que pese a su poder contaminante, “el carbón apenas sufre este tipo de impuestos, los cual implica una incongruencia difícil de argumentar” pero, en cualquier caso, “nosotros no nos oponemos a esta tasa, pero sí entendemos que Canarias debe quedar fuera de ella, porque, además, no solo se perjudicaría al sector del transporte aéreo y marítimo, sino al resto de la actividad económica, produciendo un encarecimiento de todo en el momento de mayor inflación de las últimas décadas”.
Lucas Bravo de Laguna remarca también que la aprobación del descuento del 75% a los residentes “implicó un encarecimiento de los billetes, por la falta de control a las compañías aéreas que aprovecharon la medida para incrementar sus beneficios, y está perjudicando a la llegada de turistas, si ahora se implanta este nuevo impuesto, se hará inasumible a la mayoría de las familias el poder viajar a Canarias, y que de mantenerse esta medida, apoyaríamos manifestaciones y movilizaciones, nos jugamos muchos empleos directos e indirectos, y el pan de miles de familias”.