El Papa Benedicto XVI advirtió este domingo sobre la “cultura de muerte” que tiende a “difundirse” en la sociedad hoy en día, según declaró durante la bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) que impartió este domingo desde la plaza de San Pedro con ocasión del día de Pascua.
Igual que el pueblo judío cuando huyó de Egipto, también en la actualidad “la humanidad tiene necesidad de un éxodo, de una conversión espiritual y moral” y “necesita de la salvación del Evangelio para salir de una crisis que es profunda y como tal requiere cambios profundos, empezando por las conciencias”, aseguró el Papa.
En referencia a la crisis económica internacional, pidió que la Pascua “de luz y fuerza” a “los responsables de todas las naciones” para que “la actividad económica y financiera se asiente finalmente sobre criterios de verdad, justicia y ayuda fraterna”.
El Pontífice también rezó por los pobres y las personas en dificultad, empezando por Irak y Tierra Santa y sin olvidar a Latinoamérica y el Caribe, cuyos países “experimentan un recrudecimiento de los crímenes ligados al narcotráfico”, lamentó.
En particular, mencionó a Haití y Chile, que en los últimos meses han sufrido la devastación provocada por sendos terremotos. También oró por África y las naciones de este continente que se hallan en guerra, así como los países golpeados por el terrorismo.
Dicho esto, el Pontífice felicitó la Pascua en 65 lenguas distintas ante los más de 100.000 fieles que en esos momentos llenaban la plaza de San Pedro y después les impartió su bendición especial.
La misa del Domingo de Resurrección fue la última celebración de la Semana Santa. Por la tarde, el Papa se trasladará a la residencia pontificia de Castel Gandolfo, que está situada a unos 30 kilómetros de Roma, para pasar unos días de reposo.
Ninguna referencia a los casos de pedofilia
El Papa no hizo ninguna referencia a los escándalos de pedofilia ni en la Vigilia Pascual que presidió la noche del sábado en la Basílica Vaticana ni durante la misa de este domingo.
Quien sí hizo alusión indirecta a este tema fue el decano del colegio cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano, que al comienzo de la celebración de este domingo aseguró al Papa que toda la Iglesia está con él y que el pueblo de Dios “no se deja impresionar por las habladurías del momento”.