La vecindad de Guanarteme denunciará este viernes en la Fiscalía la desviación del cauce del barranco de La Ballena

Dirigentes vecinales del barrio de Guanarteme, en Las Palmas de Gran Canaria, denunciarán este viernes ante la Fiscalía al Ayuntamiento de la ciudad el desvío del barranco de La Ballena en su desembocadura por considerar que resulta un peligro para los habitantes y que sus efectos empiezan a notarse en algunas edificaciones.

El pasado martes 18 el barrio, agrupado en torno a plataformas como Guanarteme se Mueve y Pacto Vecinal, se movilizó para denunciar la gentrificación y la especulación urbanística que, a su juicio, está sufriendo como consecuencia de las políticas urbanísticas del Consistorio. La concentración tenía como objetivo denunciar la situación de abandono, así como las macroconstrucciones que generan problemas en el día a día de la ciudadanía.

Tal y como explican fuentes vecinales, se ha desviado el barranco para edificar encima del mismo en zonas, como las calles Castillejos y Vergara, donde se ha construido un inmueble de diez plantas, además de un parque que han calificado desde el Ayuntamiento como “dotación para el barrio”. La vecindad manifiesta que, cuando llegan grandes lluvias, el barranco desemboca en Las Canteras y trae mucha basura en su recorrido.

Asimismo, añaden que la desviación del cauce provoca que el agua llegue a las casas y que se den daños mayores, como filtraciones: “Los efectos son bastante peligrosos y ya hemos vivido casos donde las viviendas se están viendo perjudicadas . Esto se notó, por ejemplo, con la tormenta tropical Hermine. Algunas casas quedaron como una isla en medio del barranco”.

Los vecinos y vecinas de Guanarteme temen que la situación empeore, pues explican que la desviación del canal del barranco provoca que el agua de la lluvia no llegue al mar por su cauce natural. Finalmente, esto genera desperfectos irreversibles en las viviendas, como las que ya se han sufrido en el barrio.

Con anterioridad, en el año 2019 Guanarteme también denunció problemas con las obras de la calle Castillejos, un inmueble de 2.039,39 metros cuadrados. Por aquel entonces, las vecinas de casas colindantes manifestaban que no querían que esa construcción se llevara a cabo, pues cambiaría el curso del barranco.

Por su parte, el por entonces concejal de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, aseguraba a este periódico en 2019 y tras la denuncia ciudadana que la canalización del barranco y la construcción “eran fruto de un convenio y del plan general de ordenación de la ciudad capitalina”. Además, garantizó que el barranco se estaba canalizando y que formaba parte del proyecto de “un bulevar que arrancaría desde la rotonda final de Mesa y López hasta la Playa de Las Canteras, con espacios libres y aparcamientos.