Este martes, 29 de julio, una vecina de Jinámar (Telde) encontró dentro de un contenedor de basura a una gata siamesa de menos de un mes de vida le habían arrancado los ojos, según la página de anuncios contra el abandono animal Leales.org.
La mujer ha rebautizado a la gata Pulgacilla, y tiene intención de darle una segunda oportunidad en su hogar cuando termine los cuidados veterinarios. No es seguro que pueda salvar su vida, ya que tiene complicaciones debido a la infección que sufre en los globos oculares a raíz de los abusos sufridos.
Según declaraciones de la vecina, aunque este sea un caso extremo, no es novedad que sufran abusos los animales domésticos en diferentes zonas de Gran Canaria.
La plataforma Leales.org pide la actualización de la Ley de protección animal de Canarias “para al menos disuadir a los maltratadores de animales y los estafadores que los usan para prometer suerte y demás a través de conjuros con gallinas, palomas y gatos.”
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