Un preso preventivo marroquí de 21 años ha fallecido en circunstancias que están bajo investigación en la cárcel de Las Palmas II, en una celda individual, según han confirmado a Efe fuentes penitenciarias.
En los últimos días, ha circulado en Marruecos un vídeo con el relato hecho por una mujer al diario Hespress, en la que se lamentaba de la muerte en Gran Canaria de su hijo, del que asegura que no tenía noticias desde hace tiempo, salvo que estaba recluido.
En los perfiles sociales de algunas asociaciones marroquíes en España, esas declaraciones han sido redifundidas con comentarios que ubicaban su muerte en el centro de internamiento para extranjeros (CIE) de Las Palmas de Gran Canaria, la instalación donde se retiene a inmigrantes irregulares que van a ser expulsados.
El juez que supervisa el CIE de Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera, ha confirmado a Efe que ninguno de los internos del centro ha fallecido, ni se ha producido ningún hecho similar al que describe esa mujer, que habla del “humo” que afectaba a la celda de su hijo.
En el vídeo de Hespress, la mujer explica también las gestiones que ha hecho con el Consulado de Marruecos en Canarias para intentar que el cuerpo de su hijo sea trasladado a su país.
El cónsul de Marruecos en las islas, Ahmed Moussa, ha confirmado a Efe que un joven de su país “de 20 años” ha fallecido en Gran Canaria, pero no en el centro de retención de inmigrantes, sino en prisión preventiva, en concreto en la cárcel de Las Palmas II, en Juan Grande, en circunstancias que investiga el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana.
Fuentes penitenciarias han precisado que se trata de un joven de 21 años, que estaba en prisión preventiva desde el 25 de julio de 2020, acusado de un robo en una vivienda.
Primero estuvo recluido en Las Palmas I, más conocida como la prisión del Salto del Negro, en la capital, y en diciembre fue trasladado a Las Palmas II, el centro penitenciario de la localidad de Juan Grande.
Respecto al humo que la mujer relata que afectó a su hijo, las fuentes han precisado que se están investigando las circunstancias de su fallecimiento en una celda en la que estaba solo él.
En varias ocasiones, los sindicatos de funcionarios de prisiones han advertido de que los colchones ignífugos de los que están dotados las celdas generan humo si se les aplica fuego.
En julio de 2020, CSIF denunció el incidente que se produjo en la cárcel de Alcalá Meco, cuando un interno intentó quemar un colchón ignífugo en la enfermería del centro, lo que obligó a desalojar una planta, por la intensa humareda que generó.
La difusión de esta noticia en Marruecos llega una semana después de que el Gobierno de Rabat expresara su preocupación al embajador de España en ese país por cómo se trataba a algunos menores inmigrantes marroquíes en Gran Canaria, y todo ello tras la difusión de otro vídeo de un altercado en un centro de Las Palmas.
En este caso, se veía a cuatro agentes de la Policía interviniendo de forma expeditiva en un centro de menores del barrio de Tafira, donde se reclamó su ayuda porque, supuestamente, uno de los internos había amenazado con unas tijeras a un educador.