“Se oyó una explosión, como si hubiera caído una bomba”

Eran las 4:30 horas de la madrugada, cuando, según relatan los vecinos del Lomo de las Brujas, en Jinámar, “se oyó una explosión, como si hubiera caído una bomba”. Corrieron apresurados a sus ventanas para saber qué estaba ocurriendo y se encontraron con un incendio que afectaba a varios contenedores de basura y dos vehículos.

Aseguran que si el viento hubiera soplado en otra dirección, podría haber afectado a las viviendas.

La historia se repitió en varios puntos del barrio teldense. En la calle Fernando Sagaseta, un vecino asegura que “a las seis de la mañana, cuando salí a trabajar, no vi nada” en el lugar donde ahora se ven los restos del fuego. Cree que podría responder a algún tipo de reivindicación social.

Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, con base en Telde, tuvieron que hacer tres actuaciones, interviniendo en el sofoco de varios fuegos en diferentes localizaciones y que acabaron calcinando, finalmente, un total de 22 contenedores, según la información del concejal de Protección Civil y Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Telde, Héctor Suárez.

Los vecinos dicen no haber visto nada. Escucharon los gritos de algunas personas alertadas por las llamas, pero sus autores fueron rápidos. “Estábamos asustados, porque los bomberos nos dijeron que iban ya 16, pero quien lo hizo salió pitando”, declara una testigo.

Tras una reunión mantenida entre los cuerpos de seguridad presentes en el municipio y el Ayuntamiento de Telde, se ha decidido crear un dispositivo policial en horas nocturnas para paliar este tipo de incidentes cometidos de forma intencionada.

En el lugar de los hechos, se habría visto a tres adolescentes a bordo de un ciclomotor, aunque queda casi descartada totalmente su autoría en el incendio, por la organización del mismo y el requerimiento de llevar consigo material inflamable. La investigación continúa abierta.

Cada uno de los contenedores repuestos supone a las arcas municipales alrededor de 1.100 euros.