El antropólogo de la ULL Agustín Santana, sobre la masificación turística en Canarias: “Estamos matando a la gallina de los huevos de oro”
El doctor en Antropología Social por la Universidad de La Laguna (ULL) Agustín Santana advierte de que el sector turístico “está saturado” y hay determinadas áreas en las que cada vez hay más gente“, lo que afecta no solo a la población local y su forma de vida, sino que amenaza al sistema. ”Estamos matando a la gallina de los huevos de oro porque no sabemos parar“, advierte en un reportaje divulgado por la Universidad de La Laguna.
Santana, también es director de Pasos, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, e integrante de los grupos de investigación Pesca, Turismo y Gestión de Recursos Naturales (Pescatur) y Laboratorio de Análisis del Turismo (Turilab), y critica que se hable de “demomización” el sistema cuando se hacen determinadas reflexiones. “Tenemos que hacer una mirada crítica hacia dentro y hacia el modelo turístico y económico, ir parándonos por puntos e invertir en un análisis de futuro. Y eso es algo que no se hace, ni si quiera en la propia universidad”, admite, “ya sea por trabas políticas o por autocomplacencia”.
Agustín Santana remite a los datos del Gobierno de Canarias, que reconocía a finales del año pasado que si se ejecuta la planificación turística futura prevista en el archipiélago las islas pasarían de tener 500.000 plazas a contar con 700.000, lo que supondría tener que albergar a 22,3 millones de turistas. “Tenemos que empezar a hablar de límites de población, de capacidad de carga para las islas, algo que ya se ha implantado en destinos como Hawai y Malta, pero especialmente en Hawai, un archipiélago en el que dependen, para todo, del ámbito exterior”, desliza el profesor de Antropología de la ULL. Defiende el modelo turístico canario de masas, pero con menos cantidad de visitantes, con lo que el modelo de ocupación sería algo más sostenible.
El turista que visita las islas, mayoritariamente de nivel adquisitivo medio, señala que funciona porque está en manos de los turoperadores, que “son los que llenan los hoteles”, y que cambiar esta dinámica requiere de “valentía” y de una planificación a largo plazo que en Canarias “nunca se ha realizado”. Y a la hora de planificar, abunda Agustín Santana, hay que tener en cuenta una serie de factores que “han entrado en juego” como la generación de residuos, la huella de carbono, el agua, las energías renovables o los costes sociales. Además de otros “retos”, desde la mejora del proceso de la experiencia del cliente, asociado a la tecnología e inteligencia turística, la convivencia con los ya asentados modelos colaborativos, la gestión adecuada de los macro datos o la consecución de una oferta turística más sostenible para erigirse en un destino diferenciado.
El profesor de la ULL hace hincapié en que “el cliente viene a Canarias fundamentalmente por el clima, pero también a disfrutar de las actividades del entorno, de la oferta complementaria que, aunque está muy dispersa, es de muy buena calidad porque su rango de precios es muy amplio y se adapta al tipo de cliente que nos visita”. Aquí ve una de las fortalezas del destino Canarias: los servicios complementarios, “si los comparamos con los de otros destinos, están muy bien”, y eso es “algo que se dice poco, pero nuestro sistema de alojamiento es muy bueno, la calidad y el servicio prestado también lo son”. Pero la clave para conseguir un “turismo de calidad”, afirma, pasa por la protección del entorno: “Hoy en día resulta inconcebible atraer turistas a un destino sin pensar en la repercusión que su entrada pueda tener en el territorio”. Añade que el planteamiento del turismo masivo, “ese de cuantos más visitantes lleguen, mejor, conlleva la construcción de más infraestructuras de todo tipo y choca frontalmente con la concepción de un modelo más respetuoso que abogue por la identidad sociocultural y la protección del medio ambiente”.
Agustín Santana subraya que en un archipiélago que alberga cuatro parques nacionales, y en el que seis islas y un macizo, la cordillera de Anaga, han sido declaradas Reserva de la Biosfera, es necesario “replantearse ciertas cosas”. Por ejemplo, señala que Fuerteventura, que es Reserva de la Biosfera, tiene una tasa turística por habitante y día que triplica la de Tenerife, y eso ha comenzado a generar “problemas sociales y económicos que se tapan porque la economía tiene que funcionar, pero a lo mejor de otra manera”. “No se trata de hablar de legislatura en legislatura, se trata de hablar de problemas medioambientales que son tanto endógenos como exógenos y plantear soluciones a largo plazo”, insiste el profesor de la ULL. También se detiene en la situación de otra Reserva de la Biosfera, el Macizo de Anaga, en Tenerife, que sufre “saturación de coches y personas”. Además de la “necesaria regulación” de los accesos, considera que hay “muchísimas viviendas vacacionales, ya edificadas como segundas residencias que se han declarado vacacionales”, lo que provoca que “el cambio sociocultural que se ha dado en la zona es tremendo”. Sobre el alquiler vacacional, indica que afirmaciones del tipo “redistribuyen la riqueza” es algo que “queda muy bonito”, pero hoy por hoy “ese mensaje se ha desvirtuado por completo”.
El grupo de investigación de la ULL hizo un estudio de casi un año con las cifras de la empresa que analiza los datos de la plataforma Airbnb y comprobó que, en función de las islas, había gestores que llevaban 100 casas, 200 e incluso 250, mientras que los de menos de 10 “no representaban prácticamente nada en número de camas”.
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