El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del área de Hacienda, ha anunciado la puesta en marcha del Plan de Control Tributario, un mecanismo dirigido principalmente a las grandes empresas instaladas en la capital y que facturan más de un millón de euros al año, siendo objeto de comprobación o inspección todos los tributos municipales, siempre que no hubiera prescrito el derecho a liquidar por parte de la Administración.
El objetivo de dicho Plan, que tendrá una duración de un año y se llevará a cabo con recursos propios, es revisar si estas entidades cumplen correctamente con el abono del IAE (Impuesto de Actividades Económicas), así como de la Basura de Negocios, evitando situaciones de fraude fiscal, sin olvidar al resto de contribuyentes. El Ayuntamiento pretende recaudar tres millones de euros adicionales, contabilizando los cuatro años anteriores a los que puede llegar a reclamar el Consistorio.
El concejal de Hacienda, Alberto Bernabé, señaló que “es importante buscar y defender la equidad fiscal para que cada uno pague lo que tenga que pagar”. Bernabé aseguró que “no siempre existe un ánimo por defraudar; de hecho, la mayoría de las ocasiones son errores no voluntarios pero que debemos detectar para evitar situaciones de desequilibrio entre los contribuyentes”.
El responsable de Hacienda afirmó, además, que “este Ayuntamiento siempre se ha preocupado por el debido cumplimiento de las obligaciones de los contribuyentes, pero con este Plan buscamos una mayor eficacia y animamos a aquellas empresas que tengan cualquier duda a que acudan a las Oficinas de Atención al Ciudadano y comprueben si están al corriente de los pagos”.